En plena Navidad, además de los turrones, los regalos, las comidas familiares y demás celebraciones, hay algo que nunca puede faltar: los mercadillos navideños. Conocemos muchos en España, cada ciudad prácticamente cuenta con uno, o incluso la capital Madrid con varios. Sin embargo, ¿cuáles son los mejores de Europa que deben ser de visita obligada?

Probablemente a muchos de los españoles que hayan elegido viajar bien sea en este puente o en las próximas fechas navideñas se les venga a la cabeza una postal europea con luces de Navidad, frío y nieve. Pues bien, este tipo de postales existen de verdad, y muchas de ellas lejos de las capitales de los principales países del viejo continente.

Estonia guarda muy buena fama sobre sus mercados navideños, y es que su capital, Tallin, se llena de turistas para ver el famoso mercadillo instalado en la plaza del Ayuntamiento. Cuando nos referimos a esa postal idealizada de Navidad podríamos estar hablando de este en concreto, puesto que suele presentar un gran decorado en el que nunca falta la nieve.

Un árbol de Navidad preside esta plaza en la que se pueden comprar todo tipo de productos: desde los típicos adornos navideños, productos artesanos o algo de comer -vinos calientes o panes de jengibre-. También hay un pequeño espectáculo dedicado para los niños de la casa, y es que nada menos que Santa Claus se persona con sus renos para recibir las cartas de Navidad.

Tallin, como vemos, se convierte en un destino muy bien valorado entre los turistas que deciden viajar acompañados de sus hijos -cuanto más pequeños mejor- puesto que siempre es buena opción pasar una tarde en este mercadillo viendo de cerca a los propios renos de Santa Claus. Se abrió al público el 15 de noviembre y así permanecerá hasta el 7 de enero.

Hay algo que tienen en común todas estas ciudades -o por lo menos la gran mayoría- en cuanto a sus mercadillos de Navidad, y es que suelen albergar el principal mercadillo de la ciudad en la plaza del Ayuntamiento. Así ocurre, al igual que en Tallín, en Praga.

La capital de la República Checha suele también albergar el que es uno de los más famosos de Europa, aunque los productos no sufran variaciones extremas de un país a otro. En este en concreto, también será posible comprar juguetes para los más pequeños como por ejemplo las típicas bolas de cristal o alguna marioneta.

En este mercado situado en la conocida Plaza de la Ciudad Vieja que permanece abierto desde el pasado 30 de noviembre hasta el próximo 6 de enero, además de las luces y el árbol de Navidad, los turistas que lo visiten podrán ver algunos de los conciertos y eventos que se celebran en esta ubicación.

Otro de los más famosos es el que se sitúa en Austria, concretamente en su capital Viena que acoge todo un espectáculo de luces como las que cubren la fachada de su Ayuntamiento. Precisamente frente a este edificio está el mercadillo conocido como ‘Christkindlmarkt’.

Este mercadillo, uno de los instalados en el país austríaco presenta una particularidad, y es que tan sólo permanecerá abierto hasta el 26 de diciembre. En él, más de 140 ‘stands’ entre los que se puede degustar hasta los típicos alimentos del país o las artesanías más tradicionales.

El mercado de San Esteban es uno de los mercadillos navideños más famosos del país húngaro. Situado enfrente a la basílica de San Esteban, presenta un gran árbol de Navidad que acompaña a una auténtica pista de patinaje sobre hielo para niños de unos 200 metros cuadrados. Además de ello, no pueden faltar las luces navideñas que rodean el mercado además de una atracción consistente en la proyección en 3D en la propia basílica.

Este mercado se puede disfrutar desde el pasado 22 de noviembre, cuando se abrió al público y que cerrará sus puertas el próximo 1 de enero de 2020.

Pasando a los países europeos más frecuentados y con mayor peso en el continente, vemos cómo en Alemania el mercadillo más famoso y más visitado no se encuentra en su capital, sino que lo hace en Nuremberg. Este permanece abierto desde el pasado 29 de noviembre hasta el 24 de diciembre.

Este en concreto podría tratarse del más antiguo de Europa, y es que sus inicios se remontan a 1628, aunque no debemos olvidarnos de que el primer dato sobre un mercado navideño se remonta a 1434 y a la ciudad también alemana de Dresde. Enfrente de la Iglesia Frauenkirche, se encuentra un mercadillo con puestos de todo tipo, al igual que en el resto de ciudades europeas. Sin embargo, las más de 200 casetas que lo forman compiten por ver cuál es el que cuenta con la mejor decoración.

Los mercadillos más famosos siempre suelen corresponder a aquellos cuyos inicios se remontan a siglos anteriores. Es el caso del mercadillo de Estrasburgo, o popularmente conocido como el ‘Christkindelsmärik’, cuyos inicios se remontan nada menos que a 1570.

Situado en pleno centro de la ciudad, además de ser uno de los más antiguos de Europa, también es el más grande del viejo continente, puesto que esta formado por unas 300 casetas. Tal fama se ha ganado que en años anteriores sería elegido como el mejor de Europa.

Dentro de las principales ciudades europeas, además de las españolas, cabe destacar la capital de Reino Unido, y es que Londres alberga un gran número de mercadillos navideños. Uno de los más destacados es el que se sitúa en los aledaños del Támesis, donde se dan cita más de 50 casetas encontrándose productos de todo tipo.

Allí, desde el pasado 8 de noviembre, muchos niños ya pueden hacer entrega de sus cartas a Santa Claus, puesto que es donde está la Aldea secreta y donde le pueden conocer en persona. También se puede disfrutar de un ambiente navideño en Hyde Park, abierto al igual que el anterior hasta el 5 de enero.

Este mercado navideño cuenta con una gran tradición que le hace estar catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es por ello que su visita cobra una obligación mayor si cabe. Desde hace 40 años que cuenta con esta distinción.

En esta pequeña ciudad situada al norte de la capital, Oslo, se encuentra el mercadillo de Roros, donde son conocidas sus casetas de madera cuyo origen se remonta a los siglos XVII y XVIII. Este mercado, con todo tipo de productos, se puede disfrutar desde este 5 de diciembre hasta el 8 de diciembre, es por ello que se da una gran concentración de gente al tener un tiempo tan limitado para disfrutarlo.