Serena y Venus Williams presumen de amor fraternal con una tierna fotografía

Venus (39) y Serena (37) Williams no solo comparten profesión y talento más que sobrado con la raqueta. Ni tampoco han sido nunca en exclusiva dos de las rivales más poderosas del circuito WTA, donde llevan asentadas con comodidad desde finales de los años 90. Las hermanas pueden alardear de ser campeonas que ya hace tiempo firmaron con su nombre y apellidos, juntas y por separado, en las páginas de la historia del deporte.

Pero además, por encima de todo, Venus y Serena nunca han dejado que se debilite la fuerza del lazo sanguíneo que las une, y sus muchos enfrentamientos en las pistas no han supuesto jamás sinónimo de competitividad o distanciamiento en su vida personal. Las hermanas Williams siempre han estado muy cerca la una de la otra, y de vez en cuando les gusta hacer gala en las redes de esa estrecha relación que siempre han tenido y que siguen conservando sin mella alguna en la actualidad.

Y ayer fue uno de estos días, pues Serena publicó en su cuenta de Instagram una entrañable fotografía de ambas abrazadas en una estancia soleada, que sirvió además para que el tándem volviera a recordar explícitamente el cariño que se profesan mutuamente. "Nadie te quiere como yo", escribió Serena como acompañamiento a la instantánea. Unas palabras que completó con el hashtag #sisters, y a las que Venus se apresuró a responder con el siguiente mensaje: "Aceptado... al igual que te quiero yo a ti!!", frase a la que añadió varios emoticonos de corazones.

Mucho ha llovido desde que las hermanas asaltaran por primera vez las pistas dispuestas a comerse el mundo y alcanzar la cima del tenis, dos cosas que han logrado sin discusión forjándose una dupla de trayectorias únicas. La ristra de récords y premios que ostentan es interminable: ambas han sido números 1 del ranquin WTA, tienen ocho medallas olímpicas en total, cada una cuenta con una cosecha propia de Grand Slam, como pareja de dobles han sido imbatibles hasta los últimos Juegos en Río..., y sus frente a frente en la pista, en la que se han visto las caras decenas de ocasiones, continúan constituyendo de los mejores espectáculos que pueden verse en el tenis.

Las hermanas se encararon por primera vez en 1998 durante el Open de Australia, y la última vez que disputaron un partido como rivales fue tan solo haces unos meses, el pasado diciembre, dentro del marco del Mubadala World Tennis Championship. Entre medias, más de dos décadas de reinado sobre el campo de juego, y una complicidad fuera de él que como dejaron claro ayer, es también incorruptible al paso del tiempo.