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Los traumas de rodar La maldición de Hill House

Los actores Oliver Jackson-Cohen y Elizabeth Reaser revelan los problemas que han pasado grabando el éxito de Netflix.

Los traumas de rodar La maldición de Hill House.

La maldición de Hill House se ha convertido en una de las sorpresas de la temporada en cuanto a series. La producción de Netflix y Paramount sigue sumando adeptos desde que se estrenase el 12 de octubre en la plataforma a golpe de terror y drama familiar. Ahora sus actores han revelado las consecuencias de rodar bajo sensaciones de pavor constante.

Oliver Jackson-Cohen, que en la serie interpreta a Luke Crain, un adicto que vive atemorizado por los fantasmas que vuelven tras su adolescencia, ha asegurado en una entrevista a la edición británica del diario Metro que acabó viendo apariciones durante el rodaje.

"Mientras me preparaba comencé a pensar que alguien se estaba sentando al final de mi cama durante la noche", ha explicado el intérprete, que culpa de la sensación a la "imaginación estúpida" que suelen tener los actores. Aunque no fue el único que comenzó a vivir los estragos de rodar Hill House.

"Simplemente no podía dormir", ha explicado Elizabeth Reaser, que en Hill House interpreta a Shirley Crain, otra de las hermanas de la serie y que tiene una funeraria en su versión adulta. "Cuando estás tocando esta cosa durante tanto tiempo, te engancha de alguna manera", ha contado, asegurando que "es como si tu cuerpo no supiera que estás fingiendo".

Creada por Mike Flanagan, La maldición de Hill House cuenta con 10 capítulos en una temporada y está basada en la novela del mismo nombre escrita por Shirley Jackson en 1959. Completan el reparto Kate Siegel, Michiel Huisman, Carla Gugino, Henry Thomas o Victoria Pedretti.