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TENIS | LAVER CUP

Nadal y sus lágrimas con Federer: “No quería llorar”

El tenista balear pasó por los micrófonos de Radioestadio Noche para repasar cómo vivió junto a Federer el partido de despedida del suizo en la Laver Cup.

Actualizado a
Roger Federer y Rafa Nadal visiblemente emocionados tras jugar juntos su partido de dobles en la Laver Cup.
GLYN KIRKGetty

Rafa Nadal concedió una entrevista a Radioestadio Noche de Onda Cero después de protagonizar uno de los grandes momentos de la historia del deporte con su partido de dobles junto a Roger Federer en la Laver Cup, en el último encuentro del tenista suizo como profesional.

Nadal, ya en Mallorca tras tener que abandonar la Laver Cup por motivos personales tras su partido junto a Federer, admitió que ya ha superado la emoción del momento. “Ya se ha bajado la emoción. Llevo dos días en casa, he seguido el resto de la competición por la tele. Fueron momentos bonitos, emocionantes pero también tristes”.

Sobre lo vivido en ese momento histórico, Nadal también confesó que, con la marcha de Federer, se va una de las grandes leyendas del deporte. “Fue una combinación de sentimientos. También vives ilusión y motivación por jugar el partido, nervios, porque era un momento especial, y también satisfacción por haber podido disputar y ser parte de este momento histórico. Se va uno de los mayores iconos de la historia del deporte y al final lo vives con tristeza. Se va alguien que creo que ha entretenido, emocionado e inspirado a muchísima gente en el mundo y, de alguna manera, yo soy parte de ellos”.

A Nadal también le preguntaron por ese momento en el que las cámaras le pillaron a él y a Federer visiblemente emocionados y con lágrimas en los ojos al término del partido. “La verdad es que casi no me acuerdo de ese momento, si te soy sincero. No he visto las imágenes. Eran momentos difíciles porque yo tampoco quería llorar. Es un momento que ya está él y yo soy una persona sensible y en ese momento verle tan emocionado se me hizo difícil. Ha sido una rivalidad siempre muy sana, en todos los sentidos, desde el comienzo de todo, desde el primer partido en 2004 en Miami, que yo aún no era rival, pero desde aquel momento tuvimos un buen feeling. Nos conocimos en 2002 en Wimbledon en la casa de Nike y a partir de ahí, toda la historia ya la conocemos. Para mí, es alguien muy importante en la parte de mi vida profesional por todo lo que ha significado él para mí en mi carrera. Es alguien que me ha producido admiración siempre, he aprendido cosas de él, me ha ayudado a progresar en mi vida deportiva. Se va alguien con el que en los últimos 10-12 años se ha creado un vínculo fuerte. Hemos vivido muchas cosas juntos. Hemos hecho muchas cosas que confío sea buenas para el deporte y muchas de ellas las he compartido con él tanto dentro como fuera de la pista. Ha habido momentos difíciles, pero también bonitos. Al final queda el recuerdo de alguien que es irrepetible por lo que ha hecho y por la forma en la que lo ha hecho. Con elegancia, majestuosidad y muy elegante también a nivel humano”.

Nadal también relató cómo se ha ido forjando esta rivalidad con Federer hasta convertirse en una gran amistad. “Hemos tenido una rivalidad deportiva muy importante pero a medida que van pasando los años y con las personas que tienes mucha afinidad, creo que de tantas cosas que vives juntos, terminas apreciando al rival. Cuando nos hemos ido haciendo mayores, creo que hemos apreciado todo lo que estábamos viviendo. En ese sentido hemos disfrutado más nuestra rivalidad a partir de una cierta edad que al comienzo. Al principio tienes la ambición de querer más. Después claro que quieres ganar y ser mejor que él pero creo que tanto él como yo hemos apreciado que nuestros partidos eran un pelín diferentes, lo que se respiraba en el ambiente cuando salíamos a jugar partidos o finales de Grand Slam o de títulos importantes, creo que eran sensaciones distintas a lo que ocurre normalmente en cualquier otro partido. Eso lo percibíamos y la realidad es que lo sentíamos así. Para nosotros eran momentos muy especiales y, a partir de ahí, hemos sabido vivir la rivalidad, vivirla bien y saber disfrutarla y entender que la relación personal era más importante que cualquier otra cosa. Tenemos un buen feeling entre nosotros y se ha ido fortaleciendo”.

El tenista español reveló cómo le anunció Federer su intención de retirarse y cómo le convenció para que jugase con él el dobles en la Laver Cup. “Roger sabía que yo estaba en una situación difícil, y que mi presencia en la Laver Cup se antojaba casi imposible. Él anunció su retirada pero diez días antes me llamó para decirme que eso iba a ocurrir y no se lo comenté a nadie porque sé que son cosas que no pueden salir de ahí, que me lo dice con total confianza. Fue una conversación difícil. Estuvimos como 15 minutos hablando, cómo había ido todo y se sinceró conmigo de todas las cosas que iban a ocurrir y el porqué de sus decisiones. Lo que hablamos me lo quedo para mí pero me dijo ‘Me encantaría que pudieras ir, sé que estás en una situación complicada pero si la situación te lo permite me encantaría tenerte a mi lado en la pista’. En ese momento creo que él no estaba al cien por cien seguro de si podría jugar ese partido. Hablaríamos en unos días para ver también cómo evolucionaba de su rodilla. ‘Si finalmente puedo jugar, te lo comento para ver si puedes venir’. Volvimos a hablar, me dijo que me necesitaba para jugar un dobles y al final tuve la suerte de compartir ese momento. Para mí, que él quisiera pasar ese momento conmigo ha sido un gran honor. Si para él ya era importante, para mí a nivel personal se volvió mucho más importante y especial”.

Por último a Nadal también le preguntaron sobre si se plantea una retirada como la de Federer, algo por lo que de momento no prefiere hablar, aunque sí confesó que le gustaría retirarse sobre una pista de tenis. “Las cosas no se pueden preparar con mucho tiempo. La vida no ter permite tener una predicción ni tan siquiera de cómo puede ser ese momento. Ni me lo planteo. Será como tenga que ser. Es imposible pensar en qué, cómo... Cuando tenga que ser, será y, en ese sentido, lo viviremos de la manera que toque vivirla en el sentido que toque. Ahora estoy en otras cosas y siempre digo lo mismo: uno no puede preparar tanto las cosas, tiene que vivir las cosas con naturalidad. Cuando llegue, será lo que tenga que ser. Las cosas no creo que sean iguales. Creo que Roger no lo tenía preparado pero le ha salido muy bien, ha tenido la despedida que se merecía, ha podido ser dentro de la pista, cosa que hace unas semanas parecía difícil. A mí también me gustaría despedirme en la pista, eso lo tengo claro, pero no sabes lo que puede deparar el futuro. El cariño que ha tenido de la gente es totalmente merecido porque ha trascendido al deporte en sí. Es evidente que también he tenido una carrera muy larga y el cariño de la gente de todo el mundo y veremos de la manera que será. No pienso en ello porque si lo hago es que algo no va bien. Aunque mi físico no haya funcionado, mi cabeza aún me dice que quiero seguir”.