La final del torneo júnior masculino del Open de Australia terminó en drama cuando uno de los jugadores, Jakub Mensik, checo de 16 años y cuarto favorito, se derrumbó en el último juego después de haber sido atendido varias veces por unos fuertes calambres que le impidieron competir hasta el final de un partido épico que duró tres horas y 43 minutos, y que acabó con victoria por 7-6 (4), 5-7 y 7-5 del estadounidense de 17 años y cabeza de serie número uno Bruno Kuzuhara, que el día anterior había ganado en dobles junto al jugador de Hong Kong, miembro de la Rafa Nadal Academy, Chak Lam Coleman Wong.

Mensik, un jugador bastante alto, se resistió abandonar, pero en el último juego no pudo pasar el 30-30 y después de caerse y levantarse varias veces, hizo dos dobles faltas y se tumbó sobre la pista retorciéndose de dolor. Su oponente corrió para intentar asistirle e interesarse por su estado antes de que lo sacaran de la pista en una silla de ruedas.

“Siento haber ganado de esta manera, nos hemos empujado hasta el límite y le deseo a Jakub una pronta recuperación”, dijo Kuzuhara en una entrega de trofeos a la que no pudo asistir, evidentemente, Mensik.