Novak Djokovic no deja de recibir críticas. El serbio está a la espera de que el ministro de Inmigración de Australia decida, o no, dejarle jugar finalmente el Open de Australia. Este miércoles, la intensidad contra el tenista ha crecido. El gobierno local está estudiando la validez de su positivo, motivo por el que obtuvo una exención que le permite estar en el país oceánico ahora mismo, y él ha dicho que dio positivo y estuvo en actos público por "un fallo humano" y echa balones fuera. Su declaración, sin duda, ha encendido más a la gente.

Hasta el momento las críticas llegaban de todas partes menos de una, su país. En Serbia el apoyo era total, pero la primera ministra, Ana Brnabic, ha realizado unas declaraciones que pueden generar mucha polémica en su país. No critica directamente al tenista, pero deja claro cuál es su punto de vista sobre el conflicto.

"No sé cuándo recibió realmente los resultados, cuándo los vio, así que hay una zona gris. La única respuesta a esa pregunta la puede dar Novak", apuntó a la vez que añadió que el número uno del mundo podría haber cometido "una clara violación" de las restricciones de su país y sentenció que "la ley es igual para todos". Además, Brnabic avisó al tenista: si incumplió la ley, tendrá que responder ante las autoridades serbias. Por otro lado, la primera ministra también mostró su disconformidad con el deseo del jugador de no vacunarse: "Lo que me importa es que apoyamos a Novak, pero al mismo tiempo, tanto para el país como para mí, la vacunación es algo muy importante y la única forma de acabar con esta pandemia", concluyó.