París es el Rincón de la Victoria para Alejandro Davidovich
El malagueño ganó al argentino Delbonis, el mejor jugador del año en tierra junto con Tsitsipas, y se mete por primera vez en cuartos. Se medirá con Zverev.
Davidovich, campeón del torneo júnior de Wimbledon en 2017 y Premio Promesa AS ese mismo curso, se siente a gusto en Roland Garros. Su estilo espectacular ha calado entre el público francés, que corea el principio de su segundo apellido. “Let’s go, Foki (na)” (“Vamos, Foki”), le cantan como si fueran sus paisanos del Rincón de la Victoria. Su equipo lo goza y también canto al final del partido, cuando los espectadores se habían marchado ya por el toque de queda que impera en París desde la 21:00. “Jugar en París es como jugar en casa. La afición y toda la gente está a full y cantando mi nombre. Me suma muchos puntos para seguir dándolo todo en cada bola”, dice Alex, que hasta entonces había mostrado todo su repertorio de virtudes, con esos golpes en carrera magníficos que ejecuta ayudado por su rabiosa juventud (el sábado cumplió 22 años) y esa manita gloriosa que tiene para las dejadas. Casi dobló en golpes ganadores a Delbonis (42-28) y le hizo subir mucho y fallar también bastante en la red (21/40).
El jugador de Azul lo dio todo para acortar distancias en el tercer set y tuvo opciones de forzar el quinto con un break de ventaja en el cuarto. Pero Davidovich recuperó esa diferencia y rompió para ponerse con 4-3 y saque. Ya no soltó la ventaja hasta un final incierto y complicado en el que levantó un 0-40 con fe y coraje. Para celebrarlo, hincó la cabeza sobre la tierra de la Suzanne Lenglen. El martes jugará en la Philippe Chatrier. “Que se lo que tenga que ser, porque estoy disfrutando cada momento. Lo que tenga que ser, bienvenido sea”, sentencia. Este éxito trae un gran premio para Davidovich, que tendrá plaza directa para los Juegos de Tokio como cuarto español del ranking.