Para afrontar una temporada importante, en la que deberían disputarse los cuatro Grand Slams, los Juegos Olímpicos, el Masters y la Copa Davis, Rafa Nadal retoma este fin de semana los entrenamientos en su Academia de Manacor. Lo hace con la incertidumbre sobre cuándo y en qué condiciones se celebrará el Abierto de Australia que, en principio, cambia de fechas: de las previstas, 18 al 31 de enero, a las propuestas ahora, del 8 al 21 de febrero.

La pandemia empieza a estar controlada en Melbourne y las autoridades del estado de Victoria no quieren que empeore de nuevo. Los tenistas podrían llegar a la zona entre el 15 y el 17 de enero para hacer una cuarentena muy dura de 14 días, durante la que cual no podrían salir del hotel más de cinco horas diarias. Condiciones que no han gustado a los profesionales y que deben ser aprobadas por el Consejo de Jugadores de la ATP, al que pertenece Nadal.

El balear conocía la situación desde hace tiempo y, de hecho, en la rueda de prensa posterior a su derrota ante Medvedev en el Masters, dijo que su plan era “estar listo para el 15 de enero e intentar competir al máximo en lo que se juegue”. Aún se desconoce qué pasará con los torneos anteriores al major australiano: la ATP Cup, Doha, Adelaida y Auckland.