La muerte de George Floyd, ciudadano estadounidense y afroamericano de 46 años, a manos de un policía en Minneapolis, movilizó al mundo del deporte contra el racismo. Pero no todos los deportistas denunciaron de manera tajante lo sucedido en aquel funesto 25 de mayo.

Algunos, como John Isner, gigantesco tenista de raza blanca, de 35 años, y ganador del Masters 1.000 de Miami en 2018, centraron sus quejas en los saqueos y disturbios ocasionados durante las protestas por el asesinato de Floyd. "La iglesia de St John (en Washington) es un punto de referencia histórico de 205 años y un lugar de curación. Esto es absolutamente patético. Arresten a esos perdedores anarquistas", escribió, junto a un vídeo de este suceso, en Twitter el jugador nacido en Greensboro, Carolina del Norte, estado del Sur, hogar de la primera colonia británica de Estados Unidos (una de las trece que fueron secesionistas y esclavitas), de marcado carácter religioso, y con un importante historial de injusticia racial. Ahora vive de Dallas (Texas), tras abandonar Tampa (Florida). Isner es un declarado seguidor del presidente Donald Trump y en su día defendió a Tennys Sandgren cuando fue acusado de ser racista y homófobo durante el Abierto de Australia de 2008.

Las palabras de Isner produjeron un torrente de reacciones contrarias a su opinión, pero, sobre todo, a que pusiera el foco en los altercados ("No es algo por lo que alegrarse. Deténganles a todos", apuntilló también) antes que en la tragedia de Floyd. Naomi Osaka (22), japonesa mestiza, hija de un haitiano y de una japonesa, no dudó en mandarle un recado a su compañero de circuito, Isner, en la red social, con un mensaje en el que no le nombre, pero que está claramente dirigido a dar respuesta a su mencionada publicación. "Cuando tuiteas sobre los saqueos antes que sobre la muerte de un hombre negro desarmado", argumentó la ex número uno del mundo y ganadora de dos Grand Slams, con cuatro emoticonos de caras de payaso tras su cita.

Pero no se quedó ahí el comentario de Osaka, que sufrió la discriminación racial en Japón por su color de piel. "Veo que la gente estuvo fantasma en Twitter durante una semana cuando los eventos comenzaron a desarrollarse, pero tan pronto como comenzó el saqueo, seguro que rápidamente nos darán actualizaciones cada hora sobre cómo se sienten una vez más".