Con unas sensaciones magníficas, tanto físicas como tenísticas, contra una sensación térmica de 29 grados y un 78% de humedad pese a jugar de noche, y ante un Dimitrov francamente mejorado en los últimos tiempos, Nadal se clasificó por cuarta vez y con especial brillantez para la final del Abierto Mexicano. El balear, que nunca había ganado en sólo dos sets en pista dura a su buen amigo Grigor (ahora le domina por 8-1 en esa superfice), lo consiguió por fin (6-3 y 6-2 en 1h:44) y está a un paso de sumar su tercer título en Acapulco, que sería el 85 de su larga y fantástica carrera. Desde que ganó el primero en Sopot, en agosto de 2004, no ha habido una temporada en la que no haya levantado al menos un trofeo. Si vence este sábado (04:00, #Vamos) al estadounidense Taylor Fritz, que remontó ante su compatriota John Isner (2-6, 7-5 y 6-3), elevará a 17 su récord absoluto de temporadas consecutivas con éxitos.

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Nadal venció, entre otras cosas, por su brillante desempeño al resto. Así contrarrestó los problemas que tuvo con el segundo saque, que le funcionó mal, en contra de la costumbre (9/24 para un 38%). En el primer set perdió su servicio en el tercer juego, pero recuperó el quiebre inmediatamente y enganchó una buena racha hasta el 5-2 antes de cerrar el parcial en 6-3. “Abre los ojos, Gregorio”, le dijeron desde la grada llena al actual número 22 del ranking (saldrá 19º el lunes). Y lo intentó. Lo malo para él enfrente tenía a un Nadal rápido, felino, profundo y con todos sus golpes en perfecto funcionamiento. El revés a una mano le dio ganadores a Dimitrov, pero fueron insuficientes ante la precisión del dos del mundo (sólo 12 errores no forzados).

El inicio de la segunda manga fue parecido al de la primera. Rafa se vio con un 0-2 en contra y reaccionó, y esta vez lo hizo con sus mejores momentos de juego para colocar un 6-0 demoledor que dejó atónito y muerto a su rival. Una dejada tremenda en el 3-2 y un globo espectacular en el siguiente turno fueron la rúbrica nadaliana. La victoria le pone con 9.650 puntos en el ranking, a 370 de Djokovic, que este sábado (16:00, Movistar Deportes) juega ante Tsitsipas otra final en Dubái, vital en el mano a mano con el español por el número uno en ese duelo exclusivo que mantienen a 14.000 kilómetros de distancia.