Roger Federer ya ha planeado la temporada 2020, quién sabe si la última de su carrera. En principio, el suizo tiene previsto participar en 15 torneos y no debutará antes del Abierto de Australia en Melbourne, como la mayoría de los jugadores top, entre ellos Rafa Nadal, que jugará en Abud Dhabi (19 al 21 de diciembre) y en la ATP Cup (3 al 12 de enero).

Al contrario que la mayoría de sus temporadas, Federer llegará al primer Grand Slam del año sin rodarse antes en otras citas. El año pasado lo hizo en la Copa Hopman, en Perth, pero este curso en el país oceánico se celebrará la mencionada ATP en esa ciudad, una de las que albergará la nueva competición por equipos junto con Brisbane y Sídney.

Después del Australian Open, el helvético estará en Dubai (17 al 29 de febrero), antes de jugar en marzo los Masters 1.000 de Indian Wells (9 al 22) y Miami (25 de marzo al 5 de abril). Después volverá a la campaña de tierra en el Madrid Open (4 al 10 de mayo), pasará por Roma (11 al 17) y culminará el periplo de arcilla en Roland Garros (24 de mayo al 7 de junio). De ahí pasará a la hierba de Halle (145 al 21 de junio) antes de afrontar un nuevo intento de conquistar Wimbledon (29 de junio al 12 de julio).

Luego llegará su gran pretensión: participar por última vez en unos Juegos Olímpicos, los de Tokio 2020 (el tenis se disputará del 25 de julio al 2 de agosto), en lo que podría estar con una autorización especial de la Federación Internacional (ITF), puesto que no cumple con el requisito de haber jugado al menos tres veces en la Copa Davis durante el ciclo olímpico (desde 2016). Tras Japón, llegará la última parte de la campaña, con Cincinnati (15 al 23 de agosto), el US Open (31 de agosto al 13 de septiembre), la Laver Cup (25 al 27 de septiembre), Basilea (19 al 27 de octubre) y las ATP Finals (15 al 22 de noviembre). No se le espera en las Finales de la Davis de Madrid, puesto que Suiza no tiene plaza y Roger ha reiterado que no volverá a disputar el torneo de naciones.