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COPA DAVIS

La Copa Davis al final del túnel

Pablo Carreño quiere cerrar con éxito en Madrid un 2019 marcado por las lesiones: "La Davis es un premio a todo el esfuerzo que he hecho".

Actualizado a
Pablo Carreño se concentra en Madrid antes de arrancar la Copa Davis.
DANI SANCHEZDIARIO AS

"Tocó volver a empezar". Resopla Pablo Carreño mientras recuerda una primera mitad de temporada infernal. El tenista más joven (28 años) del quinteto de Sergi Bruguera en la fase final de la Copa Davis que arranca el lunes en Madrid comenzó el año 24º del mundo "con las expectativas muy altas", pero el cuerpo no le respondió. Una lesión en el hombro derecho le obligó a descartar seis torneos y después perdió en cuatro primeras rondas. Cuesta abajo, en agosto llegó a deslizarse hasta el 69º del ranking y a jugar previas para acceder a los Masters 1.000. Duro para alguien que en 2017 accedió al top-ten.

"Ha sido difícil, ves que no salen las cosas, te vuelves a lesionar, no encadenas tres torneos seguidos... y yo necesito tener ritmo de competición. Por suerte, a partir de Wimbledon las cosas cambiaron", rememora el gijonés, que por fin logró romper su mala racha en septiembre ganando el torneo de Chengdu. Ahora, ya está 27º en la tabla, lo que le permitirá ser cabeza de serie en el próximo Abierto de Australia.

Tras el túnel, ha ido apareciendo la luz poco a poco. Y al final está una preciosa Ensaladera que intentará tocar por primera vez. Nadal, Feliciano y Granollers ya la han conquistado. Él y Bautista, no. "La Davis era un objetivo a principios de año, pero tal y como estaba se complicaba bastante. Ahora estoy perfecto", avisa, aunque hace tres semanas se retiró en Viena. "Tenía molestias en la espalda y quería estar al cien por cien aquí. Por fin este es un premio a todo el esfuerzo que he hecho", cuenta el discípulo de Samuel López.

Carreño vivió precisamente su primera experiencia en la competición por países en la Caja Mágica, en 2013, donde llegó de sparring de un equipo que lideró Nadal en un playoff de permanencia. Ahora es su compañero. "El primer recuerdo fuerte que tengo del tenis es el del punto de Ferrero ante Hewitt que supuso la primera Ensaladera en Barcelona. Siempre me ha hecho mucha ilusión la Davis por representar al país. Toca disfrutar", dice echando la vista atrás, con la mirada luminosa de quien quiere dar de una vez esquinazo a la mala suerte que le ha perseguido.

Juego en altura

Su concurso puede ser muy importante. Los individuales parecen destinados a Nadal y Bautista. Pero el físico del número uno llegará muy justo del Masters. "Les puede costar hacerse a la altura de Madrid con pocos días de preparación. Físicamente estoy bien y con ganas", apunta. También es una opción para el dobles. Bruguera le alineó con Feliciano frente a Gran Bretaña con éxito. Para Carreño, 2019 aún puede tener un cierre bueno después de la tortura. La Davis para tomar impulso en 2020.