En su larga carrera, que empezó como profesional en 2001, Fernando Verdasco (35 años) ha ganado a seis números uno del mundo: Djokovic (cuatro veces), Nadal (3), Murray (3), Roddick (3), Ferrero (3) y Moyá (1). Y solo se le han resistido tres líderes del ranking de su época: Agassi (0-1), Safin (0-1) y el grandísimo Roger Federer, cuyo balance con el español es de 7-0 a favor después de su victoria este miércoles en octavos del ATP 500 de Dubai. El madrileño hizo todo lo posible para acabar con su racha ante el suizo, pero sucumbió en tres sets: 6-3, 3-6 y 6-3 en 1h:34.

Por pequeños detalles, los que le han impedido llegar más lejos en Grand Slams e incluso ganar alguno, Verdasco dejó escapar una gran oportunidad ante un Federer terrenal que flaqueó en el segundo set e incluso sufrió en el tercero para sacar adelante el triunfo. No se le pueden poner muchos peros a la actuación del madrileño. Quizás los problemas con el saque que le lastraron en la primera set, porque los otros dos los jugó a un nivel altísimo, el que viene demostrando desde hace ya más de un año y que no se ha traducido desgraciadamente en grandes resultados.

El primer parcial lo ganó Federer gracias a una doble falta grosera de Verdasco  (el segundo saque se le marchó fuera de la pista) con la que perdió su servicio en el cuarto juego. No se amilanó Fernando por ese infortunio y continuó jugando bien para igualar el duelo en el segundo set. Lo empezó con punto de break en contra, pero luego quebró el saque de Federer, se puso 3-0 y no soltó la ventaja. Fue clave la opción de quiebre desperdiciada por el español en el tercer juego de la segunda manga. Se hubiera puesto con 2-1 y saque. Pero no lo hizo y el helvético eligió el momento para atacar, meter derechas a las líneas, sacar a paseo su gran revés y superar cada buen envite de Verdasco, que a ratos jugó con mucho orden, de maravilla, para romper y colocarse con 5-3 a las puertas de una victoria que no dejó escapar. Y ya van siete contra Fer, que lo seguirá intentando si tiene ocasión. Otra vez será.