La paliza de más de cinco horas que se dio Kei Nishikori para superar al español Pablo Carreño el lunes en los octavos de final del Abierto de Australia, le ha pasado factura por lo visto a Kei Nishikori. El japonés ha tenido que abandonar por unos problemas musculares en el muslo derecho cuando perdía en cuartos contra Novak Djokovic por 6-4 y 4-1. Nishikori pidió un tiempo muerto médico al final del primer set y fue tratado, pero desde el principio se vio que no estaba en condiciones de competir y los cuidados que le aplicaron no arreglaron la situación. Continúo jugando, pero sin ninguna posibilidad de hacer frente al número uno del mundo.

Con algo de suerte, pero Djokovic jugará por séptima vez las semifinales en Melbourne (empata en el tercer puesto histórico con Ivan Lendl por detrás de Stefan Edberg (8) y de Roger Federer (14)). Lo hará el viernes contra Lucas Pouille, que eliminó a Milos Raonic. Será su primer enfrentamiento.

Djokovic jugaba demasiado a placer contra Nishikori, lo que encendió las alarmas sobre unos posibles problemas físicos del nipón, que se confirmaron cuando solicitó asistencia médica. En el momento de su retirada, llevaba 28 errores no forzados y sólo cinco golpes ganadores. "Espero que se recupere rápido, porque hemos jugado muchas veces y le deseo que no sea nada importante. Lo siento mucho por los espectadores que han venido y se han quedado sin partido", dijo Djokovic.

Nishikori: "Las molestias son fruto del desgaste con Carreño"

En la rueda de prensa posterior al partido Kei Nishoikori reconoció que el desgaste sufrido en el partido de octavos de final ante Pablo Carreño, en el que estuvo en pista más de cinco horas, repercutió en el abandono del tenista japonés en el segundo set. "Las molestias han sido consecuencia del largo partido que jugué. Ha sido muy duro tomar la decisión de abandonar. A partir del cuarto juego he empezado a sentir un dolor que me estaba molestando mucho y apenas podía saltar al sacar".