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COPA DAVIS | ESPAÑA-GRAN BRETAÑA

Roberto Bautista patina ante Norrie, el 114º del mundo

Gran Bretaña empata (1-1) en Marbella. Tras la victoria de Ramos, Bautista desperdició un 2-0 y cayó en cinco sets ante un debutante.

MarbellaActualizado a
Roberto Bautista patina ante Norrie, el 114º del mundo
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En la tierra del Hotel Puente Romano de Marbella, del club que fundó Bjorn Borg y heredó un tiempo Manolo Santana, España se complicó la vida cuando se dibujaba una eliminatoria más o menos plácida de primera ronda frente a una disminuida Gran Bretaña. Con Andy Murray en casa por una operación de cadera y Kyle Edmund, semifinalista en Australia y 26º del mundo en el banquillo sin haberse recuperado de la paliza de Melbourne, los británicos se pusieron en manos de Liam Broady y Cameron Norrie, dos debutantes. El primero se llevó un 6-3, 6-4 y 7-6 (8/6) en 2h:34 por parte de Albert Ramos. Pero el segundo vivió su día de gloria frente a Roberto Bautista al que derrotó remontando dos sets: 4-6, 3-6, 6-3, 6-2 y 6-2 en 4h:01. El cruce tendrá que llegar al domingo. Hay suspense.

"Toda la presión es para España, y a nosotros sólo nos queda luchar cada punto", advertía corajudo Broady antes de salir a la pista. Y Ramos se encontró con un tenista de 24 años que invocó al factor sorpresa, pero con sólo nueve partidos ATP y una aparición sobre tierra en los dos últimos años. El catalán impuso su ranking (21º) y su drive. Aunque tuvo momentos de atasco, como cuando hizo break en los dos primeros sets y se dejó igualar. O en el tercero, donde el británico sacó para llevarse el set con 5-6 y tuvo una bola de set en el desempate que el barcelonés resolvió con un revés paralelo prodigioso.

"Era la primera vez que jugaba Davis en casa y no fue fácil. Me vinieron dudas al principio y el partido acabó poniéndose durito, pero en los momentos en que lo necesité, entré con la derecha y funcionó", resumió Ramos después de dejar el camino libre a Bautista para que rematara.

Ahí estuvo el problema. Bautista patinó. El de Castellón, con un bagaje de cinco eliminatorias y un 6-3 previo en la Davis, sintió de inicio el peso de jugar en casa. Norrie, 114º del mundo, habitual de los challenger (balance de 2/4 en ATP Tour) y ningún partido en tierra en cinco años, salió como un tiro y se puso arriba en el marcador en el primer set con un break. Ante unos 5.000 espectadores y con una animosa presencia británica, Norrie soñó con hacer naufragar a la Armada. Sólo un sueño, porque el 23º del mundo se puso dos sets arriba y 2-0...

Entonces apareció el factor Davis. Ese que dicta que un tenista menor pude convertirse en un gigante, que un tenista que en su vida ha disputado un quinto set puede ganarte. Bautista se descentró. Norrie corrió la mano. Se llevó el tercer set. En el cuarto, el español pidió ya la asistencia del médico cuando encajó el primer break por una sobrecarga en su cuádriceps izquierdo. Y lo perdió. Llegó el quinto, y acabó fundido entre 60 golpes ganadores del británico. Un golpe al mentón de España.

Mañana, el dobles formado por Pablo Carreño y Feliciano López tendrá enfrente a los especialistas Jamie Murray y Dominic Inglot. Difíciles. Y Kyle Edmund espera en el banco y podría arriesgar ahora a jugar el domingo. Mejor no tentar más la suerte.