ATP FINAL

Sock: "Zverev no puede beber en EE UU pero es número tres"

El estadounidense está siendo la sensación del Masters por sus detalles tanto fuera como dentro de la pista y por su inesperada clasificación para las semifinales.

Londres
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Alexander Zverev y Jack Sock.
Alex Pantling Getty Images

Jack Sock (24 de septiembre de 1992, Lincoln, Nebraska) está siendo la sensación en el Masters. Residente en Kansas City desde los 12 años con su madre y su hermano Eric (con quien ha jugado a menudo en dobles), y fiel seguidor de los Chiefs de la NFL, su comportamiento abierto y simpático tanto dentro como fuera de la pista ha hecho que se gane la admiración de todo el mundillo del tenis en Londres. Además, contra todo pronóstico, jugará las semifinales este sábado (21:00, MD2) contra Grigor Dimitrov.

Hay que recordar de nuevo que entró en la ATP Finals en el último momento, por el desplome de Pablo Carreño y por su victoria en la final de París-Bercy. Fue el único de una larga lista de hasta 12 jugadores que aprovechó el bajón del asturiano para colarse en el torneo londinense. Ya en su primer partido, contra Roger Federer, dejó un perla que dio la vuelta al mundo. En un lance del encuentro se puso de culo cerca de la red para 'apartarse' antes de que el suizo golpeara una bola que parecía fácil pero que terminó estrellando contra la cinta. "Fue una gran distracción, es muy grande (el culo)", bromeó el número dos del mundo.

Aquel partido lo perdió Sock y parecía destinado a la eliminación, pero superó a Cilic en un duelo duro a tres sets y llegó con vida a la última jornada del Grupo Becker. El jueves, Alexander Zverev parecía claro favorito, y sin embargo se enredó ante las maneras del estadounidense, una montaña rusa de sensaciones que pasó de un supuesto enfado por encajar un break, tras el que lanzó la pelota con violencia al tercer anfiteatro del O2, a rematar con un salto exagerado, pasando por un intento loco de willy (golpear por debajo de las piernas) a media pista y una volea increíble a bocajarro tras una derecha potente del alemán. Mucho lío, gestos, risas... Así es Sock.

Dicharachero y locuaz

También destaca por sus intervenciones en las ruedas de prensa, donde se muestra dicharachero y locuaz. Ayer, cuando se enteró de que Zverev se había flagelado por su mal tercer set contra él ("Ante Sock me cagué, mi final de año ha sido una mierda"), dijo: "No sé si es el mejor momento para esta pregunta. Se acaba de marchar. ¿Está bien cerrada la puerta?". Y después le echó un cable: "Este chico tiene 20 años y juega de una forma increíble. Creo que no puede legalmente beber una cerveza en Estados Unidos, y es el tres del mundo, jugando como lo hace". Genio y figura.