Dos ex números uno, recientísimas, frente a frente luchando por recuperarlo. Así se presenta el choque entre Garbiñe Muguruza contra Karolina Pliskova de este martes (hacia las 15:00, Teledeporte). Una prueba de fuego para la española, que tiene un balance negativo (2-6) con la checa, pero contra la que logró cortar una racha de seis derrotas seguidas este verano en Cincinnati con una exhibición: 6-3 y 6-2. La torre checa (1,82 m.) era la bestia negra de la campeona de Wimbledon hasta entonces. La mala racha se volteó, pero no hay ninguna otra jugadora con un balance tan favorable ante la española.

“Sí, las estadísticas están de su lado, pero me gusta jugar ante ese tipo de tenistas. Cuando está difícil, me gusta salir y dar batalla. Eso es lo que planeo hacer”, advirtió Garbiñe, que comenzó arrollando el domingo a Jelena Ostapenko (6-3 y 6-4). Aunque Pkiskova no le fue a la zaga (doble 6-2 a Venus Williams). Una ha estado al frente de la WTA cuatro semanas y la otra, ocho.

La checa, que el año pasado debutó entre las ocho mejores, llegó una semana antes a Singapur y practicando junto a Rennae Stubbs, ex número uno en dobles. “Este año me siento mucho mejor”, apunta. Los tiros de las dos pegadoras silbarán en el Indoor Stadium de Singapur, pues se juegan asegurarse la primera plaza en el Grupo Blanco. Los escenarios son varios.

Las posibilidades

-Si Muguruza gana a Pliskova y Ostapenko a Venus, la española sería primera. Venus estaría eliminada y la checa y la letona se jugarían el jueves la segunda plaza.

-Si Garbiñe derrota en dos sets a Pliskova y Venus gana en tres, la española estará clasificada pero faltaría por definir la posición.

-Si Pliskova y Venus vencen, la checa sería primera de grupo, Ostapenko estaría eliminada y Muguruza y la estadounidense lucharían el jueves por la segunda plaza.

-Si Pliskova gana en dos sets y Ostapenko en tres, la checa alcanza las semifinales pero faltaría por cerrarse su posición.

Garbiñe Muguruza

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