NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

FINAL

Rafa Nadal supera a Bjorn Borg y sube al séptimo cielo

Tras la suspensión rocambolesca del domingo, el tenista mallorquín acabó poniendo grilletes al demonio Novak Djokovic con un marcador final de 6-4, 6-3, 2-6 y 7-5.

ParísActualizado a
Rafa Nadal observa la Copa de los Mosqueteros conseguida en Roland Garros.
AFP

Fue la intensidad y fue el consejo de los capitanes: el sello de la leyenda de Rafael Nadal en Roland Garros, con su séptimo título en los Internacionales de Francia, no se ciñe a un mero resultado. Tras la suspensión rocambolesca del domingo, Nadal acabó poniendo grilletes al demonio Novak Djokovic con un marcador final de 6-4, 6-3, 2-6 y 7-5 que supone el séptimo título en Roland Garros. Desde el inicio de la reanudación, Nadal controló el cuarto set al quebrar de salida el servicio de Djokovic y cerró partido y título con un parcial de 6-3 en el set, después del 1-2 en el momento de la suspensión. Desesperado y presionado, Djokovic se despidió con una escandalosa doble falta.

En la noche del domingo, tras una tarde tempestuosa cerrada con la agridulce suspensión, tras parcial de 8-0 para Djokovic, Nadal pidió que le sirvieran la cena en su habitación. La lluvia de París había cambiado el escenario al mojar las bolas. Y Djokovic, refrescado, había resucitado aunque Rafa estaba a menos de un set de su séptimo título. "Estaba afectado y hubo que decirle que dejara de pensar en Djokovic, que pensara sólo en él y en su juego", contaría más tarde Tío Toni, entrenador del heptacampeón.

La noche del 10 de junio de 2012 no era la mejor en la vida del buque insignia de la Gran Armada. Entre esa lluvia que había convertido la Chatrier en una ciénaga, al guerrero de Manacor le perseguía la palabra 'Djokovic' hasta el fondo del corazón: Djokovic, y las tres finales de Grand Slam perdidas en serie ante el hechicero serbio: Wimbledon, US Open, Australia.

A las 10:00 horas de la mañana del lunes, entre nubes y fresquito, Rafa se entrenó en la Chatrier con un joven zurdo francés, Alexander. En plena sesión, entre trallazos que emitían gemidos como de árboles que se tronchan, 'craaack', Toni Nadal hizo sentarse a su sobrino, que se vio rodeado por tres capitanes, los tres hombres de quienes acepta consejos en tenis: Tío Toni, Francis Roig y Carlos Costa, su representante y exnúmero diez del mundo. Estos consejos oyó Rafa Nadal: "Tienes que salir como en un partido a tres sets en pista dura. Máxima intensidad desde el principio. Mover a Djokovic. Sacar, sacar muy bien y defenderte lo más largo posible con el revés".

Inquietante. Toni, con gesto duro muy poco visto, marcaba las zonas y los gestos del revés. Cuando Rafa terminó, se cruzó con Djokovic, que irrumpía en la Chatrier con su Team Novak: "Good Morning", fue el saludo de Novak a Rafa: que estiró la mano y lanzó de vuelta una mirada ceñuda: inquietante

Y a partir de las 13:00 horas, Nadal fue a desmantelar a Djokovic. Le hizo un break inicial y le martilleó con derechas como motosierras y servicios a 200 km/h. Al fin, el showman ardió consumido entre las cenizas de la doble falta. Con intensidad casi inhumana, el Borg del Siglo XXI, saludó el pronóstico del canoso Borg del Siglo XX y estampó su séptimo título en la Copa de los Mosqueteros. Fue la intensidad: y el consejo de los capitanes.