España, más acostumbrada históricamente que Francia a poner en valor la final de consolación, lo dejó claro desde el principio, con un parcial de 4-0.
Los Hispanos empezaron titubeantes el Mundial, tras una escasa preparación, pero ha ido a más y ya está enchufada a la lucha por el podio, su sitio natural.
El sábado jugarán el Partido de las Estrellas frente a Túnez en el Quijote Arena. Los galones siempre exigen y, en este caso, también el escenario.
A pesar de sus 38 años y de sus achaques, ya es la segunda vez que el portero accede a suplir a Pérez de Vargas por lesión. Su llegada inyectó moral.
No tenía dudas. Era nuestro escenario, y no podíamos fallar. Nos tocaba ganar, porque llevábamos cuatro finales perdidas y necesitábamos este trofeo, el Europeo, para unirlo a los dos Mundiales que ya teníamos.
El Vardar tumbó el sábado al Barcelona y repitió gesta en la final ante el PSG. En sus filas juegan Cañellas, Maqueda, Alex Dujsebaev y Sterbik, a las órdenes de Raúl González.