Opinión

Un campeón sin discusión

El Real Madrid conquistó su 38º título de Liga con una victoria contundente ante el Valencia Basket. Ha sido el más fuerte de la temporada. Por eso ha ganado. No hay otra explicación.

Sergio Llull levanta el trofeo de campeones de la Liga ACB con el resto de compañeros del Real Madrid al fondo.
DAVID GONZALEZ | DiarioAS
Juan Gutiérrez
Subdirector de polideportivo. Ha desarrollado toda su carrera en AS desde 1991. Cubrió dos Juegos Olímpicos, siete Mundiales de ciclismo y uno de esquí, 12 veces el Tour y la Vuelta, seis el Giro… En 2007 fue nombrado jefe de Más Deporte, puesto que ocupó hasta 2017, cuando ascendió a subdirector en las áreas de Motor, Baloncesto y Más Deporte.
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Se acabó la Liga ACB. Se cerró la puerta de la polémica y se abrió otra para la celebración. El Real Madrid conquistó su 38º título liguero con una victoria contundente ante el Valencia Basket, que dejó vacías de contenido las quejas taronjas del segundo partido. El Madrid ha ganado el campeonato porque ha sido el equipo más fuerte. Esa es la última conclusión. Es verdad que la serie podría haber llegado 1-1 a La Fonteta, pero el desenlace hubiera sido el mismo. El equipo blanco ha sido el más fuerte de la Liga. Sin discusión. Por eso ha ganado. No hay otra explicación, por más vueltas que queramos darle.

La temporada no ha sido fácil para el Madrid, que perdió dos títulos ante el Unicaja, la Supercopa y la Copa del Rey, y no fue capaz de clasificarse para la Final Four después de un recorrido renqueante por la Euroliga. Pero la ACB ha sido otra cosa. Territorio conquistado. Dominó con mano de hierro la liga regular, con una racha estratosférica de victorias, y dominó también los cruces ante tres rivales de aúpa: Baskonia, Málaga y Valencia.

Los fichajes tardaron en entrar en la dinámica, había que construir un nuevo bloque tras la marcha de cinco jugadores determinantes, todo eso ha tardado, pero al final se han recogido los frutos del trabajo. Chus Mateo ha vuelto a campeonar, un verbo que le resulta conocido, después de sumar seis títulos en tres años. Su dirección ha sido cuestionada desde el primer día, siempre ha vivido con esa losa, pero siguió en la senda del éxito. Y esta temporada no era nada fácil. Había que reformar el edificio, prácticamente levantar uno nuevo, a partir de unas ausencias no siempre bien cubiertas.

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Una buena prueba de la dificultad de reconstruir un equipo es que el eterno rival, el Barça, en un proceso parecido, ni siquiera ha comparecido. Siempre es mejor irse de vacaciones con el sabor de un título… Y no es un título cualquiera. El Real Madrid se ha proclamado, por segunda temporada consecutiva, el rey de la ACB. Sin discusión. Pero eso no basta en un club como este. Vienen curvas.

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