Jaume: profesional en mayúsculas, valencianista de época

Jaume Domènech anunció este lunes que se retira del fútbol profesional. Quizás el paso del tiempo aleje a Jaume de ser recordado como una de las leyendas de la portería del Valencia, ahí la competencia es feroz (Eizaguirre, Abelardo, Sempere, Cañizares...), aunque Jaume será por siempre el portero de la final de Copa del Rey de Sevilla del 2019, la que el Valencia le ganó al Barcelona de Messi. Pero Jaume, sin dudarlo, merece ser reconocido por las generaciones presentes y futuras como uno de los grandes valencianistas que han pasado por su vestuario, un ejemplo a seguir como profesional.

En su vídeo de despedida, Jaume dice una frase que quienes le conocen saben de su calado: “Ser valenciano y jugar en el Valencia CF es lo más bonito que hay”. El trasfondo y sentido de esa frase solo tiene cobijo en boca de muy pocos elegidos, en la de personajes de la historia del Valencia CF como Puchades, Claramunt, Arias, Fernando o su amigo José Luis Gayà. Jaume cumplió un sueño para el que seguramente no estaba predestinado cuando se marchó a El Palo tras su etapa de formación en el Villarreal, un sueño que valoró durante cada minuto desde que fuera reclutado del Huracán para el Mestalla.

Jaume se retira para estar cerca de su familia, de la que no ha querido alejarse ni 200 kilómetros. Por ello ha rechazado ofertas, porque al Gato de Almenara le quedaba cuerda para rato. Por circunstancias que no vienen al caso, sé desde hace un tiempo lo que ahora ha transcendido, que su pequeña Valentina acude al hospital cada cierto tiempo desde que nació hace cinco años. En las últimos cuatro temporadas Jaume solo jugó 15 partidos. Sin embargo nunca llegó tarde a un entrenamiento, cada día llegaba de los primeros, dándolo todo en el césped (o en la enfermería cuando estuvo lesionado) y alentando a sus compañeros en tiempos rematadamente jodidos... Ello a pesar de que Jaume llegaba a Paterna muchos días tras pasar la noche en uno de esos sofás rompe huesos de habitación de hospital. Nunca Jaume dijo nada. De hecho, algún entrenador se enteró tiempo después de tenerle a sus órdenes. Así se comportó hasta su último día de contrato. Suerte en la vida Jaume, un profesional en mayúsculas, un valencianista de época y para el recuerdo.

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