El Barça también sabe remontar

Dicen los politólogos que lo importante es el relato. El Madrid, por méritos que nadie puede discutir, se ha adueñado de la épica de las remontadas. Es su hábitat natural. La caldera del Santiago Bernabéu parece más propicia que la del Liceu de Las Ramblas en la que a veces se convierte el Camp Nou o Montjuïc. Sin embargo, el Barça también tiene en su ADN tardes y noches de remontadas épicas, como la que consumó ante el Celta. En el 78, su primera Recopa vino precedida de una reacción inimaginable ante el Anderlecht. Lo mismo pasó ante el Goteborg en el 86 para jugar la final de la Copa de Europa en Sevilla, aunque luego ante el Steaua se fallasen hasta cuatro penaltis.

Contra el PSG de Unai Emery se culminó la mayor remontada de la historia de Europa, superaron un 4-0. Nadie podrá igualar algo semejante. Ya no hay valor doble de los goles en campo contrario, como el que tuvo que levantar el Barça de Luis Enrique. De todas las remontadas culés, la que más se asemeja a la de esta jornada contra el Celta fue quizás la de una eliminatoria copera ante el Atlético. Cuatro goles marcó Milinko Pantic en el Camp Nou, que se vinieron abajo con el tanto postrero de Pizzi.

Este sábado pasó algo parecido con Borja Iglesias. Con el 1-3 parecía que se le iba la Liga al Barça cuando el Liceu de Montjuïc se convirtió en una fiesta en el Poble Sec. Gol en el último minuto, remontada, partido y Liga.

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