NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA
Actualizado a

Después de muchas dudas y discrepancias sobre la conveniencia de prolongar su estancia en el Madrid, el jugador y el club vislumbran un diagnóstico definitivo: este Ceballos tiene un sitio importante en el equipo. A sus 26 años el utrerano parece haber encontrado la confianza que le ha faltado las últimas temporadas, donde los entrenadores le dieron menos minutos de los que quizá merecía. El crecimiento de Dani se estancó, bloqueado por su intermitencia y por los galones y el rendimiento de Modric y Kroos. El año pasado ya demostró, en la última parte de la temporada, que era capaz de aprovechar con energía y acierto los pocos minutos que le daba Carletto. El técnico hablaba muy bien del jugador pero no le abría del todo la puerta del once, algo que este año no ha podido evitar.

Con el normal bajón de los veteranos, Ceballos ha irrumpido con la frescura y el vértigo que necesitaba el equipo, volviendo a ser el jugador incansable a la hora de pedir la pelota y ofrecerse en todos las zonas del campo. Además, ha madurado en su juego y ya no quiere hacer florituras o elegir el pase más difícil en cada jugada, ahora sabe templar y buscar a veces lo sencillo como mejor solución. Pero sin perder esa chispa que le hace diferente con sus regates y amagos tan característicos. La afición del Bernabéu gusta mucho de este tipo de jugadores y no entendería su salida.