El domingo a las 22:00 horas, puerta grande o enfermería

La semana se está haciendo ya muy larga. Llega el momento de la verdad. El domingo a las diez de la noche se acabará la agonía de saber que equipos ascienden de manera directa. Son días previos de mucha tensión en los que no parece correr el reloj. Lo vivido este pasado fin de semana con la plaza de descenso que quedaba por adjudicar en Primera es un claro ejemplo de lo que vamos a vivir el domingo desde las ocho en tres estadios. Lamentablemente el Real Valladolid no depende de sí mismo aunque eso no quiere decir que no se pueda voltear la situación precisamente en esta última jornada. Hay nervios en Pucela pero también hay esperanza en que Leganés y Alcorcón sigan en la dinámica de plantar cara a los rivales de estas últimas semanas. Pero también hay nervios en Almería. Los de Rubi parecían tenerlo hecho y ahora no pueden falla en su visita a Leganés. Y el Eibar necesita un triunfo ante un Alcorcón que demostró en Almería de lo que puede ser capaz. Y luego está el Huesca, que seguro llegará dispuesto a amargar la noche a los de Pacheta. ¿Habrá maletines…? No lo sé, pero con ellos o sin ellos es muy bueno para la competición que los equipos que no se juegan nada no se dejen llevar. Los maletines por ganar no están permitidos pero no creo que sean una inmoralidad. No sé hasta que punto sería peor que por no poder incentivar a un equipo, se dejara llevar y fuera claramente superado en un partido adulterando así de mayor forma la competición. Una cosa es pagar para que alguien pierda, lo que es un delito en toda regla y algo inadmisible y otra incentivar a alguien por cumplir con su deber de salir a ganar. Es el eterno debate.

Espero, esta vez sí, que finalmente veamos el lleno en las gradas de Zorrilla. No hay excusa. Es una cita para la historia que nadie se va a querer perder. Pase lo que pase. Si se asciende fenomenal y si no se asciende será el mejor ensayo para el partido del siguiente domingo en el playoff. El empuje y la ayuda del público será fundamental para empujar a un equipo que, a buen seguro, pasará por momentos delicados durante el partido. Ya en Ibiza ocurrió. Los nervios por la situación y la falta de concentración puntual puede pasar una gran factura.

Será partido de puerta grande o enfermería, de festejar un ascenso o de estar a cuatro días del primer partido del playoff. El lunes visita al Ayuntamiento o visionado a toda pastilla de los videos de Las Palmas o del Girona. Que se lo digan al Cádiz o al Ganada que en dos horas pasaron por todas las situaciones posibles. Esto es lo tremendo del fútbol y lo bonito de este deporte. Después de haber vivido muchas como esta, mi recomendación es tomarse las cosas con naturalidad, tranquilidad y siempre manteniendo la esperanza de que saldrá bien, pero sin olvidar que puede salir mal y el mundo no se habrá acabado. Hay que normalizar las cosas y no complicarlas más. Y por cierto, menos mal que se ha salvado el Cádiz. Los dos millones y medio que va a recibir el Valladolid por Alcaraz y San Emeterio van a venir fenomenal.