Xavi se pone cansino con la economía

Más allá del impresentable partido que el Barça perpetró en Getafe (pactar por ser segundo en una entidad tan gigantesca es explorar tu suelo), el discurso de Xavi en las últimas semanas ha sido decepcionante. El entrenador, que llegó en noviembre con un relato romántico ("hay que recuperar la idea"), de valores ("aquí habrá unas normas") y ganador ("a los jugadores les pediré exigencia"), empieza a repetir de una manera casi cansina que "todo depende de la situación económica", en un desmarque memorable sobre lo que puedan hacer los directivos.

Si todo depende de la situación económica, ¿en qué lugar queda la idea? Sorprende que Xavi se haya bajado así del caballo cuando, realmente, ha obtenido buenos resultados relativamente, al menos en LaLiga, y cuando ha sido el primero que ha dicho que en Can Barça sólo vale ganar. Que el Barça no tenía equipo para ganar nada ya lo había dicho Koeman y faltó que le apedreasen. Xavi trabajó durante meses en su regreso al Barça. Pudo decir que no, porque él mejor que nadie sabía en qué estado de entreguerras estaba el equipo, entre jóvenes que arrancan y veteranos, a los que por otra parte protege, que ayudan y frenan al mismo tiempo esa transición. Ahora ya es tarde para hablar de economía porque en el Barça sólo vale ganar. Tal vez por eso, preocupado, utiliza en ocasiones esa coletilla del "Barça volverá a ganar, conmigo o con otro entrenador". Recuerdo escucharle lo mismo una vez a Setién; y no parece el modelo a seguir. Xavi está a tiempo de volver al entrenador que se presentó en noviembre, no al que se ha vuelto cansino con la economía.