Una jornada para vivirla por la radio

En jornadas como esta uno retoma la sensación de que el campeonato de Liga alcanza su máxima expresión en los carruseles de la radio. Dos horas trepidantes, con intereses cruzados, goles que arreglaban aquí y destrozaban allá, cuatro equipos huyendo del descenso, tres luchando por dos plazas europeas, el Betis amenazando durante bastantes minutos la plaza Champions del Sevilla. En medio de eso, el contraste de esa laguna suiza que fue el partido de Getafe, donde no pasó nada porque nada podía pasar. Cuando a dos les basta con empatar, empatan. Dos no discuten si uno no quiere.

Qué diferencia con el dramatismo de Cádiz, en el que los gaditanos hicieron su mejor partido del año, pero les falló la puntería. El Madrid, ya se sabe, no regala nada. Lo que se consiga ante él hay que arrebatárselo con esfuerzo, sea o no campeón, tenga más o menos suplentes sobre el campo. Por eso se quedó el Cádiz en un empate que le aboca a una última jornada en la que dependerá del Mallorca y el Granada. El gol final del Mallorca vino a unirse al fallo del penalti de Negredo, y añadió sal a la nueva herida infligida por el VAR al Cádiz con la no expulsión de Hazard. En esto del VAR al Cádiz (a los más pobres en general) siempre le sale cruz.

Lejos de allí, el Alavés se fue a Segunda, arrastrado por el Levante en un abrazo fatal. Descendido la semana anterior en el Bernabéu, el Levante trató de enmendar la figura ofreciendo a su público una victoria de dignidad. Lo mismo tratarán de hacer la última jornada el Alavés ante el Cádiz, Osasuna ante el Mallorca y el Espanyol ante el Granada. Aunque no se jueguen nada, la credibilidad del campeonato depende de que actúen con la misma integridad con que lo hicieron el Levante y el Madrid. Cosas así contrastan con la triste evidencia de que si a dos les vale el empate, pase lo de Getafe.