Un 'clásico' apasionante en Bilbao

El clásico de Copa ya está aquí. Los dos reyes del torneo se citan de nuevo. No se me antoja un cartel más sabroso en San Mamés. Porque sí, podría darse un enfrentamiento ante el Real Madrid, pero ya estamos saturados tras tanto pulso ante los merengues: doble ración liguera en diciembre y la final de la Supercopa el domingo. Es la reedición de la última final, que tuvo color blaugrana y une a dos conjuntos que llegan a la cita tras no poder conquistar esa Supercopa que también ilusiona mucho en Bilbao.

Marcelino lo decía ayer: para llegar a una nueva Supercopa hay que llegar a la final de Copa. La tercera seguida sería memorable. El año pasado en octavos les cayó en suerte el Alcoyano y esta vez han recibido el dardo envenenado del campeón vigente, la última postal de Messi elevando un trofeo al cielo. El técnico asturiano detalló otra cuestión: seguro que los culés tampoco andan muy felices con la designación de rival. Porque desde la temporada 2013-14, es decir, las nueve últimas temporadas, nadie ha sido capaz de tacharles en estas eliminatorias del torneo del KO, quitando los propios leones en cuartos hace un par de años.