Aprender a vivir sin Benzema

Seguro que a uno de sus padres, o a los dos, les habrán oído decir algún día esta frase. O puede que ustedes mismos la hayan pronunciado: "No siempre estaré aquí, te tienes que valer por ti mismo". Al leer ayer por la tarde la convocatoria de Carlo Ancelotti para el partido de Copa del Rey ante el Elche, todo un Primera, me vino automáticamente a la mente esta frase. No, Karim Benzema no estará siempre aquí, algún día se despedirá del fútbol (esperemos que sea dentro de mucho tiempo) o, antes de este momento fatídico, necesitará reponerse de una lesión. El descanso que le da el míster en Elche es justamente para evitar demasiada carga física que conduciría a problemas más importantes. El Real Madrid se ha acostumbrado a dejar la responsabilidad de los goles al delantero francés y no viene mal que esta misión tan decisiva sea compartida por otros. Hemos comprobado que Vinicius ha sido capaz de ello durante las pocas ausencias de Benzema, pero no es suficiente.

Ironía del destino, no ver escrito el nombre de mi compatriota en el comunicado de la convocatoria coincide con la reaparición del de Gareth Bale, 144 días después (sin que parezca molestarle mucho). Está también Eden Hazard, que no jugó ni un solo minuto en Arabia Saudí y que ni siquiera parece dispuesto a rebelarse frente a su situación y menos preguntarse a sí mismo lo que ha hecho mal. No sabemos lo que es la vida sin Benzema pero sabemos demasiado bien lo que es sin Bale y Hazard.