En el año 1989 se disputó en Arabia Saudí —no es algo de ahora ir a jugar allí— el Mundial Sub-20 de FIFA. Como ojeador blanco acudió Paco Gento, mientras que por parte del Barça lo hizo su entonces secretario técnico, Ramón Martínez, quien luego ha sido el director de fútbol del Real Madrid durante los últimos 25 años. De esa Copa del Mundo juvenil Gento regresó con dos jugadores nigerianos para el Castilla, Mutiu y Ohen; el Barcelona subió a Pinilla al primer equipo y el Atlético pescó al portugués João Pinto. Pero todos se quedaron prendados del número 16 de Argentina, un tal Simeone. “Es como Stielike, pero con el toquecito argentino”, me dijo Gento del Cholo. Le gustó, pero no había dinero para contratarle. Su equipo, Vélez, ya tenía acordado su traspaso a Italia, el país que dominaba el fútbol en los 90.

 Años después, en agosto de 2005, en un viaje a Montecarlo donde Gento fue distinguido como ‘Golden Foot’ junto al mítico George Best, (“A Best sí que no le hubiera fichado, porque era más joven y mejor que yo, y don Santiago -Bernabéu- lo sabía”, bromeó La Galerna), don Francisco Gento López me confesó que había otro futbolista al que le hubiera gustado tener en el Real Madrid, uno por encima de todos. Pero tampoco encontró los recursos para su fichaje. Era Weah, poderosísimo delantero que también hizo carrera en el Calcio, en el Milan, y que hoy es el presidente de Liberia. “Desayuna centrales”, me dijo Gento de él.

También le hubiera gustado ver en el Real Madrid a Paolo Maldini, que se quedó con cinco Copas de Europa. Viajé con Gento a Estambul ante la posibilidad de un hecho histórico. Si el Milan le ganaba la final de la Champions al Liverpool, Maldini habría conquistado su sexta ‘Orejona’. El defensa italiano se prestó, muy amable y entregado, a un reportaje con Gento, que le regaló su camiseta con el ‘11’ del Madrid. Pero luego ya saben lo que pasó: el milagro de Estambul. El Milan se marchó al descanso con una ventaja enorme, 0-3, pero el Liverpool empató en la segunda parte y el partido se fue a los penaltis, que cayeron del lado inglés. “Lo siento por Maldini, porque me hubiera gustado que, de empatarme alguien a Copas de Europa, hubiera sido él. Pero es un registro que quizás alguien supere algún día, no es algo imposible. Lo que veo yo más difícil es que ningún jugador pueda ganar las 12 Ligas que yo gané con el Madrid”.

Llevaba razón. Messi, que es Messi, se quedó en diez Ligas. El caso es que Paco Gento se ha marchado con sus dos récords intactos pese a que sus dos perseguidores, Maldini en Europa y Messi en España, no han sido moco de pavo. Gento ha dicho adiós con ese orgullo. Le quedó la espina de no haber vestido de blanco a Weah, Maldini... y Simeone.