Pocas veces ha llegado el Real Madrid a un enfrentamiento con el máximo rival en una posición tan ventajosa. Funcionando a velocidad de crucero bajo el timón de Ancelotti, con la defensa más segura que en los últimos años y con una pareja de delanteros en su mejor racha goleadora, el equipo ha ido adquiriendo una confianza en su poderío que le coloca como el gran favorito al título. La evidente mejora ofensiva, llevan diez goles más en Liga que el año pasado, pasa sobre todo por Vinicius, el delantero más desequilibrante del campeonato, que llega a enfrentarse al Barcelona con el barrunto de ser imparable para la apocada defensa blaugrana. Los diecisiete años de diferencia de edad con Dani Alves pueden ser un mundo. En la parte de atrás el despliegue físico de Alaba y Militao también les coloca en una sensación de superioridad sobre una delantera azulgrana que ha tenido que tirar del denostado Luuk De Jong para acercarse al gol.

La batalla del centro del campo se muestra de nuevo a favor de los tres tenores blancos que, eso sí, tendrán que doblegar el fulgor de los jóvenes Gavi y Nico. La guinda la pone Thibaut Courtois, en un momento de superioridad y seguridad en el área que le coloca muy por encima de Ter Stegen. En el fútbol de hoy nadie se pasea, pero caer con este Barça sería una sorpresa...