Mentalidad Imparable

Claves para entrenar una mente ganadora.

Autor: Mónica Pascual
POR
Mónica Pascual

MENTALIDAD IMPARABLE

Entrenar en invierno: ¿cómo encontrar la motivación y no perderla?

Tres consejos para esquivar las excusas que sabotean tus entrenos invernales.

0
Entrenar en invierno: ¿cómo encontrar la motivación y no perderla?
Mattias Olsson

Son las 7h. Las calles no están puestas aún. Solo la escarcha se atreve con ellas. Es un nuevo día y, sin embargo, es de noche. ¿Entrenar? ¿Estamos locos? Si aún con fuerzas te levantas para trabajar. Postpones cinco minutos, con la esperanza de que salga el sol o suba un poco la temperatura. Eso no ocurre. Todo sigue igual. Otros cinco más. Y tus deportivas -o tu bolsa de entreno-, te saludan desde el fondo de la habitación. Mejor mañana, te dices. Pero el quid de la cuestión es que mañana seguirá siendo invierno, seguirá haciendo frío y seguirá estando oscuro.

Esta escena es común entre la gran mayoría de mortales. Los hay que no. Pero no todos estamos hechos de esa pasta. Este post va para todos aquellos que se han sentido un poco identificados y que alguna vez (o varias veces) no encuentran la motivación suficiente para salir a entrenar. Sí, somos humanos y no máquinas.

¿Qué es motivación? Motivación es eso que explica por qué las personas inician, continúan o terminan un cierto comportamiento o acción en un momento determinado. De todas las definiciones que he encontrado, esta de Wikipedia me ha gustado de forma especial por los tres verbos que menciona: iniciar, continuar, terminar. Porque la motivación no va solo de empezar, va de resistir y de culminar.

Un ejemplo ‘tonto’: apuntarse al gimnasio. Una persona motivada no es la que se apunta al gimnasio. Cuando eso pasa lo que tiene son ganas o un impulso. La motivación verdadera la veremos si después de apuntarse esa persona no falla un día y se mantiene disciplinada con su decisión. Motivación es llevar a término. Motivación no es apuntarse al gym. Es ir.

La motivación son argumentos internos que predominan y determinan tus acciones. Motivación para estudiar, para trabajar, para coger el teléfono y hacer esa llamada que da tanta pereza hacer. También para entrenar. Tener motivación es imprescindible. Cuando la procrastinación entra por la puerta, la motivación salta por la ventana, y al revés. Cuando las excusas entran por la puerta, el entreno salta por la ventana.

El frío es una excusa, no es un argumento para no entrenar. En invierno hace frío y en verano hace calor. Si no entrenas, no le eches la culpa al frío. La motivación no está sujeta al plano físico, sino mental. Por eso es tan importante trabajar tu mentalidad.

Encontrar la motivación para salir a entrenar es mucho más fácil de lo que parece, porque tienes a tu favor una poderosa arma a la que no todo el mundo sabe sacarle partido: el inmenso potencial de tu mente.

Por eso en este post quiero compartir tres consejos imprescindibles para ganarle la partida a la pereza.

Consejo número 1: el primero paso es el más difícil.

Toma la decisión y no la sabotees. Reflexiona un momento sobre el compromiso que has adquirido contigo. No dejes espacio para la duda. Has tomado una decisión: organiza tu día bajo ese foco. Si entran las dudas, hazte estas preguntas: ¿por qué practicas deporte? ¿Qué te aporta? ¿Cómo te sientes cuando te sientes en plena forma?

Consejo número 2: recuerda cómo te sientes

Está claro que salir a entrenar con todo en contra es muy, muy difícil, pero la sensación de haber cumplido con tu compromiso es una inyección de confianza increíble que hará mella en ti y blindará o garantizará tu motivación en próximos entrenos. Esa sensación de superpoder te ayudará a ponerte las zapatillas sin pensártelo ni un segundo.

Consejo número 3: la mente vence lo que el cuerpo no puede

Escoge bien tus pensamientos. Recuerda que es en tu mente y no en tus músculos donde reside tu verdadera fuerza. ¿Cuántas veces un pensamiento negativo se instala en tu mente en plan machaca y al final te desmotiva tanto que quieres tirar la toalla? Puede ser un pensamiento de “hace demasiado frío” o puede que te obsesiones con un “voy a rendir menos”. Deja de castigarte y sal del bucle: invierte ese pensamiento en positivo.

¡Extra! ¿Sabes qué elemento es clave en tu motivación? El hambre de ganar. Esa hambre que hace que quieras ir a por más, hasta saciarte. Un kilómetro más, una piscina más. Esa hambre te conecta con tu motivación automáticamente y, ¿sabes qué? ¡El hambre se entrena y se gestiona! Lo explico alto y claro en este podcast.