Muchos motivos para ganar

Muchos dirán que el Bayern no tiene por qué ganar al Barça. Que ya está clasificado. Como líder. Pero se equivocan. Hay muchas razones, algunas con más peso que otras, por las que los bávaros pisarán el césped del Allianz Arena persiguiendo un solo objetivo: marcar un gol más que los blaugrana. Existen motivos meramente deportivos como la posibilidad de firmar la fase de grupos perfecta, con seis victorias de seis, algo que, igualando el récord del Real Madrid, lograría por segunda vez en su historia. Están los motivos económicos, ya que el Bayern también sufre la Pandemia y no tiene nada en contra de ingresar los 2,8 millones con los que la UEFA premia las victorias en la fase de grupos. También existen retos personales como el de un Lewandowski que persigue castigar al equipo que hizo grande a ese argentino que le arrebató el Balón de Oro.

Muchas razones para hundir al Barça, pero no la más importante. Mandar al infierno a un grande de Europa (sobre el papel, al menos) como es el equipo del Camp Nou, más allá de eliminar a un equipo al que siempre se considera rival directo de cara al título, significaría recobrar la paz en el Allianz Arena. Viene de vivir el Bayern un terremoto institucional. El debate en torno a los antivacunas dejó secuelas en un vestuario que estuvo a punto de fracturarse. También sufre la relación entre la afición y una directiva que decidió no someter a votación el tan criticado contrato con una aerolínea qatarí. No hay fe en el nuevo consejo de Kahn. Se echa de menos a Hoeness y a Rummenigge. El ADN Bayern. Volver a recuperarlo pasa por ganar, ganar y volver a ganar. Sobre todo si el rival es el Barça.