La flor roja

El ramo de flores que vive en el córner del Metropolitano tiene una flor que se llama Almudena.

Almudena Grandes y yo compartimos Peña Atlética (Los 50) con otras 48 personas encantadoras y amables, y en las comidas organizadas por dicha peña siempre destacaba su risa única y su voz poderosa, alegre, convencida y convincente. Era nuestra representante en la tierra. Ahora también es nuestra representante en el cielo. El Atlético de Madrid debería hacer algo hermoso el próximo fin de semana en el Metropolitano. Algo que quedase en el recuerdo rojiblanco para siempre, como su persona va a quedar, como su escritura ya vive, también para siempre, entre nosotros.

No llegué a vivir aquellos partidos memorables entre Real Madrid y Atleti de Madrid en casa de mis queridos Luis y Almudena, pero Joaquín Sabina me contaba, entre carcajadas, cómo eran aquellos encuentros ante el televisor del hogar de esa hermosa pareja compuesta por una mujer muy atletista y un hombre muy madridista, ambos geniales y adorables. Hubiera dado lo que fuera por haber compartido esos momentos con ellos... Ahora tenemos que consolarnos pensando en que hemos ganado un apoyo muy importante desde las alturas, y que nuestra querida Almudena se va a encargar de convencer a todo hijo de vecino con quien se cruce allá arriba de que los indios somos diferentes, y de que los colores rojiblancos van con su forma de ser, como escribió Joaquín.

No recuerdo últimamente tal aluvión de cariño ante alguna pérdida como el que está teniendo nuestra Almudena por parte de familia, amigos, admiradores, compañeros, etc. Todo es poco. A ver si el Atlético de Madrid mueve ficha y homenajeamos juntos el próximo fin de semana en nuestro estadio a la seguidora, a la escritora y a la amiga. Todo es poco.

El ramo de flores que vive en el córner del Metropolitano tiene una flor roja que se llama Almudena.