El Barça cumplía el lunes 122 años y Leo Messi le hizo el que posiblemente es su último regalo al club de su vida. Buena parte de la historia moderna del Barça se explica mediante Leo Messi y esos siete Balones de Oro que difícilmente creo que volvamos a ver ganar por parte de ningún otro futbolista y aunque no se puede obviar que su fichaje por el París Saint-Germain ha ayudado a su coronación, más por el hecho de jugar por primera vez como ‘local’ que por lo que ha hecho en el campo con los franceses, que ha sido hasta ahora más bien discreto. Messi ha ganado el trofeo por su capacidad goleadora con el Barça, por su Copa del Rey y, por primera vez en su historial de premios, ha pesado más su juego con la selección que con los clubes.

El Balón de Oro de Leo Messi fue el lacito a una noche redonda para el Barcelona, que a pesar de estar pasando momentos complicados, tuvo en el día de su aniversario un chute de amor propio que permitió a Laporta presumir de un trozo del Balón de Oro de Messi, de tener en sus filas a Pedri y de dirigir a la mejor entidad del mundo en lo que a fútbol femenino respecta con el premio a Alexia Putellas por delante de Jennifer Hermoso. Una noche histórica en París para el casi centenario y cuarto del Barça y para Messi. Y un aviso, el año que viene hay Mundial y Messi querrá cantar mambo con el octavo balón dorado.