Creo que ya os he contado alguna vez por aquí que Palencia es una de mis provincias favoritas del país. Haberla recorrido –parando menos de lo que me gustaría, realmente- en coche durante tres años cada 15 días para ir y volver a Cantabria hace que uno le tenga cariño. Por cierto, que allí viví uno de los momentos más tensos de mi vida al volante, cuando una mañana de abril le dio por nevar a lo bestia y me vi solo en una autovía que se cubría a una velocidad de vértigo. Lo arreglé viendo unas luces rojas a lo ‘lejos’ –en realidad eran unos metros, pero no se veía nada- que resultaron ser las de un camión. Creo que fueron 50 kilómetros detrás del tráiler hasta que, llegando a la capital palentina, la nevada amainó. Los malagueños podemos hacer vida normal a 40 grados con viento caliente –el llamado terrá-, pero por debajo de 10 sufrimos.

El caso es que yo no venía a contaros esto. El tema es que la provincia, uno de esos territorios que hoy se han dado en llamar ‘España vaciada’, ha visto en el cicloturismo un filón para buscar nuevos visitantes y, con suerte, algún que otro nuevo habitante para sus pueblos. A mí es que, personalmente, me flipa que por esos campos hubiera reyes peleándose y ahora estén condenados al abandono. Pero vamos a centrarnos en el tema ciclístico, que me lío y no acabamos.

Como ya hicieran otras provincias españolas, incluida alguna castellanoleonesa como Segovia, la Diputación de Palencia ha decidido lanzar una apuesta a la caza del cicloturista. Y para ello han echado mano de unos viejos conocidos de este blog, que no son otros que BikeFriendly, la consultora que ha creado el sello distintivo para establecimientos y alojamientos con el objetivo de crear una red atractiva para el ciclista aficionado.

De este modo, además de un análisis de mercado que les permita ver fortalezas y debilidades de Palencia como destino y las mejores modalidades a explotar, van a abrir un proceso participativo con cuatro sesiones entre noviembre y enero. La primera se llevó a cabo esta semana y hasta el próximo 12 del primer mes del 2022 habrá varios encuentros abiertos a cualquier colectivo, sector comercial o club ciclista que quiera participar.

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¿La idea? Que ese diagnóstico de mercado esté listo para cuando llegue Fitur, la feria de turismo por excelencia en nuestro país –y una de las mayores del mundo-, donde el ente provincial quiere ir bien armado con un proyecto de destino para atraer un turismo diferente y que tiene a la bici como protagonista. La apuesta, por lo que se puede conocer hasta ahora, integra tanto rutas en MTB como circuitos de ese gravel que lo está petando en estos últimos años. Por lo que a la carretera se refiere, la propuesta pasa por impulsar el Reto Cyclope, una ruta de cinco etapas que recorre la provincia al completo a lo largo de 485 kilómetros.

Será interesante ver las conclusiones cuando llegue enero, las acciones que implementan y hasta qué punto es verdad que logran involucrar a todos los agentes activos del sector de la bici. Pero de momento se lo han tomado en serio, y parece que la apuesta es más que firme. No será, desde luego, el salvavidas que necesita la provincia para frenar su envejecimiento y el éxodo de la gente joven. Pero sí puede ayudar y dar una salida. Yo os invito a todos a conocerla, porque es bonita a rabiar, hay poco tráfico y tiene variedad de terrenos desde un norte montañoso hasta un sur más bien plano. Hay que abrigarse bien, pero eso también tiene su encanto.