El plan de Ancelotti funcionó

Un nuevo Madrid

Ya habíamos comentado en la previa del Clásico el cambio drástico, en cuanto a la idea defensiva del equipo, que se apreció en el pasado partido de Champions contra el Shakhtar en Kiev, con un bloque mucho más bajo, las líneas bien juntas y siendo mucho más pasivo a la hora de ir a robar. El plan le volvió a funcionar a Ancelotti. El Real Madrid no fue a buscar, casi en ningún momento del partido, al Barça en la presión, sino que esperó agazapado en su propio campo, priorizando el hecho de tapar pasillos interiores y no ser superados al de ir a robar. El equipo está cómodo en esta situación. Exige menos esfuerzo, llegan las ayudas mucho más rápido al estar el bloque muy corto y, también, menos concentración a la hora de determinar dónde están constantemente tus responsabilidades cuando saltas a una presión.

La pareja Militao-Alaba

Algunos de los grandes beneficiados de este cambio en el funcionamiento sin balón son los centrales. No es lo mismo defender a cincuenta metros de tu portería, en situaciones de igualdad y emergencia, que estar arropado. Partido soberbio de Alaba y Militao, que viven más tranquilos cuando el colectivo ayuda a que brille su propia aportación. Si a esto le sumamos el misil del austriaco para poner por delante a los blancos, podemos hablar del ex del Bayern como el jugador del partido, seguramente junto a Vinicius, un dolor de muelas para la defensa culé.

El crecimiento de 'Vini'

Lo del joven brasileño fue la reválida definitiva para terminar de certificar su crecimiento futbolístico a todos los niveles. Su explosividad ha alcanzado nuevas cotas, siendo a campo abierto casi imposible de parar, pero también se está mostrando igual de dañino cuando el espacio se reduce. Su coordinación para los gestos técnicos de acomodo para el disparo o último pase era lo que más le costaba y en lo que más ha mejorado. Ya suele dominar el balón y la jugada y no al revés, como solía suceder. Ya maneja cuándo decelerar o ponerle vértigo a las acciones. Todo esto, sumado a la gran confianza que se le percibe, ha provocado que adquiera otra dimensión como futbolista. Además, por fin ha empezado a hablar el mismo idioma que Karim. Parecía que estos dos no terminaban de entenderse y ahora se buscan y se encuentran. Buenas noticias para el Madrid, que veremos si prolonga en el tiempo el hecho de ser un equipo menos activo a la hora de defender hacia delante.