El más serio se lo lleva

No son tiempos de abundancia futbolística para ninguno de los dos equipos y en este momento de incertidumbre lo más conveniente es asegurar que no te llevas un descalabro gordo. El Madrid pareció encontrar el camino ante el Shakhtar, donde Ancelotti recondujo sus desvaríos de estratega para plantar un equipo serio, haciendo de esa severidad el primer paso para luego poder meter mano al rival. Aunque a priori pueda parecer que los blancos están mejor, el planteamiento en el Camp Nou debería ser el mismo, afianzarse desde atrás para que la velocidad de Vinicius y el talento de Benzema aparezcan haciendo daño ante una defensa dubitativa.

No parece que los de Carletto estén para exhibiciones de dominio y posesión sino más bien para estar precavidos y esperar su momento. Un buen día para ver si Alaba y Militao pueden hacer que nadie se acuerde de los centrales de antaño. En Barcelona saben que su equipo no está para grandes retos, pero el hecho de tratarse del eterno enemigo hace albergar esperanzas de que ese impulso atávico consiga elevar el nivel y competir mejor. Para eso tienen al atizador Piqué intentando remover anímicamente las brasas del vestuario esperando que los nuevos tomen conciencia del reto, porque fiarlo todo al impulso atacante de Ansu Fati parece insuficiente, aparte de injusto con el chico.