La NBA ya está aquí. Con los Bucks de Antetokounmpo como defensores del título; con los Lakers en un bache de resultados y credibilidad; con la conmemoración del 75 aniversario; con seis españoles en liza, dos de ellos debutantes; sin los hermanos Gasol en la liga que les hizo grandes; con Kyrie Irving y Ben Simmons en el ojo de la polémica... Horas de insomnio en Europa, para añadir al resto de torneos de clubes de nuestro entorno, todos en liza. La Euroliga, el principal referente a este lado del charco, debate estos días su futuro y su rentabilidad, no siempre acorde con el gran espectáculo que se presencia en sus canchas. También avanza la Eurocup, su segunda división. Y la Champions, esa alternativa tutelada por la FIBA. En España camina la ACB, que ya coronó al Real Madrid en la Supercopa. Y la LEB Oro, el siguiente nivel, que este curso ha crecido en interés con el Estudiantes, a la espera de si Marc Gasol se anima a asomar por allí con el Girona. Además de todos los equivalentes femeninos. Aún resuena la resaca del anillo de Chicago Sky, con Astou Ndour en sus filas.

E l balón vuela sin tregua en el planeta Basket. Y en medio de este panorama, de esta semana grande, Sevilla inaugura el Hall of Fame español, organizado por la FEB y por AS. Un evento dirigido al corazón y a la memoria, que abre la puerta a la historia de nuestro baloncesto. Es la nueva casa de las leyendas. Mientras la competición sigue y sigue, con un Madrid-Fenerbahçe en la agenda del jueves, La Cartuja lanzará los primeros ingresos. Navarro, Sabonis, Epi, Corbalán, Amaya Valdemoro, Ferrándiz, Trecet, Emiliano, las campeonas de Europa de 1993… Los recordados Fernando Martín, Díaz Miguel, Andrés Montes… Habrá más. Esto sólo es el comienzo. Pero no está nada mal para empezar. El baloncesto nunca para. Está muy vivo. En la cancha y en el recuerdo.