Un Liverpool que vuelve a intimidar

Van Dijk determina el estado del equipo. Viendo lo que ha ocurrido en el Liverpool en los últimos años, cualquier observador llegaría a la conclusión de que hay una relación directa entre la disponibilidad de Virgil van Dijk y el rendimiento colectivo del conjunto red. Con el neerlandés comportándose como uno de los centrales más dominadores de su generación, la escuadra red ganó la Champions League de 2019 y conquistó por fin la ansiada Premier doce meses después. Cuando él se lesionó en la rodilla y se perdió la práctica totalidad de la campaña 20-21, el equipo acusó tanto su ausencia que tuvo problemas incluso para clasificarse entre los cuatro primeros (lo logró in extremis tras una gran remontada final y acabó la liga a 17 puntos del Manchester City).

En Europa, fue claramente superado por el Real Madrid en cuartos de final. Esta temporada, con el excentral del Southampton ya recuperado, el Liverpool aún no ha perdido: es segundo en la Premier con cinco victorias y tres empates y lleva un pleno en las dos jornadas de la Champions. ¿Cómo puede ser tan influyente y determinante un defensor central? Van Dijk le permite al equipo defender mucho más arriba, porque está muy capacitado para ganar duelos o corregir hacia atrás jugando lejos de su portero. De esta manera, las líneas están más juntas, y la presión asfixiante que realizan los atacantes tiene acompañamiento por parte de los integrantes de la medular.

Los tres de arriba llegan pletóricos. El buen estado de los atacantes se confirmó en la goleada en el campo del Watford (0-5), un partido en el que marcaron los tres integrantes de la delantera titular. Firmino logró un hat-trick que le permitirá levantar el ánimo (era el que llegaba con peores números e incluso ha visto cómo Diogo Jota le ha arrebatado en algunos partidos su puesto en el once) y también vieron portería Salah y Mané. El gol del egipcio, tras una doble maniobra superlativa para driblar a sus marcadores, fue el mejor de la jornada en Inglaterra. Salah es, de hecho, el jugador más determinante en lo que va de campeonato en la Premier: lleva siete tantos y cuatro asistencias.

Van Dijk celebra un gol con Firmino.

Los brasileños vuelan directos. Alisson y Fabinho se perdieron la jornada Premier por los tardíos compromisos de su selección y han viajado directamente a Madrid para estar disponibles para la Champions. Recuperarán su plaza en el once en detrimento de Kelleher y Milner. Thiago y Harvey Elliott son las bajas principales para Klopp, que también tiene la duda de Jones.

Konaté, único fichaje. El mercado de verano fue discreto en Liverpool: sólo llegó Konaté, un buen central francés procedente del RB Leipzig por el que pagaron 40 millones. De momento sólo ha jugado un partido de Premier y uno de Copa de la Liga. Klopp está midiendo su adaptación al fútbol inglés y por ahora prefiere apostar por Matip como pareja de Van Dijk.

Más presencia de Tsimikas. Aunque la condición de titular de Robertson es indiscutible, esta temporada está teniendo mucha más presencia Tsimikas: lleva ya 300 minutos jugados en la Premier por los cinco que disputó la pasada campaña. Ha demostrado poseer una notable proyección ofensiva y un buen pie para meter centros medidos, permitiéndole a Klopp rotar a su lateral izquierdo titular y sabiendo que ya tiene ahí a un suplente de garantías.