Esperando (de nuevo) a Asensio

Reconozco que tengo debilidad futbolística por Marco Asensio. Este jugador se ha mostrado, desde sus primeros partidos, diferente de los demás. Posee esta facilidad en el juego, especialmente cuando arma el tiro, que hacía pensar que iba a marcar una época. Incluso creía yo sinceramente que Asensio iba a ser, más temprano que tarde, un serio candidato al Balón de Oro. Los años han pasado y las previsiones teñidas del color de la esperanza han desembocado, no en las marismas del fracaso, pero sí en la tierra de la decepción. Las dudas han aparecido y nunca se han marchado. Por supuesto que la grave lesión de rodilla que sufrió el balear ha afectado de manera contundente su progresión, pero es justo reconocer que dicha progresión ya se había puesto "en modo pausa" antes.

Veo en las páginas de este diario el interesante artículo de Sergio Santos titulado "La transformación de Asensio". Describe los esfuerzos que realiza el delantero para intentar mejorar su nivel y me dan ganas de creer en él de nuevo. No sólo queremos esos destellos que ofrece de vez en cuando, sino verle instalarse en la excelencia y la constancia. Pero enseguida me vuelve a la mente lo que me confesó alguien que estuvo muy cerca de Asensio. "Hasta que Marco no entienda que debe hacerse sufrir cada día en el entrenamiento, nunca será un gran jugador". ¿Lo ha entendido?