El Atlético está irreconocible y necesita a Correa en el campo

Tras semanas realizando ejercicios de funambulismo contra Villarreal, Espanyol y Getafe, el Atlético esta vez sí cayó ante el Deportivo Alavés con argumentos similares a los de partidos anteriores. Los del Cholo, especialistas habituales en manejar las áreas, demostraron de nuevo en este principio de temporada una inquietante fragilidad defensiva y falta de elaboración precisa y rápida para encontrar los caminos ante equipos acampados en su área. Los rojiblancos, que llevan más puntos que juego en la clasificación, no terminan de despegar. A estas alturas seguimos viendo un conjunto irreconocible, sin terminar de hacer un partido redondo y convincente. Sólo las apariciones de Correa, a quien prefiero a día de hoy con más minutos en el verde que en el banquillo, y el ritmo de juego de De Paul fueron lo único potable en Vitoria.

Los rojiblancos necesitan resetearse para volver a ser ese equipo que concede tan poco al rival. Esos Savic, Felipe, Hermoso y Giménez ataviados con sus armaduras para defender la portería de Oblak como solo ellos saben. A estas alturas no hace falta recordar, aunque a mí me lo pide el cuerpo, la figura de Koke. Cómo extraño la prolongación del Cholo en el campo, el termómetro rojiblanco, el jugador que mejor sabe detectar las necesidades del equipo según vaya el partido. Toca reiniciarse y volver a la defensa con armadura y los atacantes con botas de seda. Y es a Correa a quien, hoy, mejor le quedan.

Como también espero a ese Griezmann que vi en el Francia-Finlandia, suelto, sin miedo a fallar y apareciendo siempre en línea de pase, mejorando la jugada y siempre al auxilio del compañero. Antoine, necesitamos que seas tú, desinhibido y sin miedo a fallar, no dudo que tu sonrisa es el camino.