Visitar el castillo de Simeone en clave bilbaína siempre es sinónimo de colisión contra sus paredes de granito, perfectamente custodiadas por el Cholo. Han ido 'Athletics' flojitos, decentes y superlativos. Y siempre la misma respuesta: batacazo. Hasta un año el Atleti se exprimió para ganar con el gol del cojo de Godín. Pero es pura ley de probabilidad, alguna vez caerá la maldición. Simeone (el único entrenador de Primera que alude al Athletic como el 'Bilbao' y ya suena a broma de mal gusto en la ciudad del Guggenheim) ya ha mordido el polvo más de una vez en San Mamés y no las tiene todas consigo con este férreo equipo de Marcelino.

García Toral iba convencido en enero, cuando tomó las riendas el Athletic, de hacer historia en el Wanda, pero 'Filomena' dejó a la expedición bilbaína dando vueltas por los aires y finalmente se tuvieron que volver de vacío. El partido se pasó a abril y ahí, nueva derrota, ante un equipo camino del título de Liga. Siempre es no, pero ¿y si esta vez sí? La ocasión es más que propicia, inigualable. El Athletic ha hecho una magnífica pretemporada, su defensa está perfecta y llega con Williams sonriente porque al fin ve puerta. Tal vez sea la penúltima visita de Raúl García al Atlético. Ingredientes suficientes para soñar con el 'es posible'. Seguro que el martes brindaron los leones con culines de sidra por el zarpazo.