Courtois, un muro en Milán

La Champions se gana atacando bien pero,sobre todo, siendo un equipo sólido y fiable atrás. En la primera parte el Inter fue un vendaval que se encontró con el que es ahora mismo el portero más en forma del mundo: Courtois. El belga achicó aguas en el momento más delicado del choque y minó la moral de un rival que salió en el segundo acto con la sensación de haber dejado con vida al Madrid. Desde hace ya bastante tiempo el internacional belga está respondiendo con creces a la apuesta decidida de un club que puso toda la carne en el asador por él cuando mucha gente no veía tan necesaria la operación.

Es evidente que el Madrid de Ancelotti tiene mucho margen de mejora en casi todas sus líneas, pero mientras gana tiempo para que su idea cuaje, de lo único que no se tiene que preocupar el entrenador italiano es del guardián de las llaves. Courtois, que tuvo una adaptación complicada al club, ha alcanzado un grado de madurez física y mental que le convierte en un seguro de vida para sus compañeros cuando llegan los momentos del partido en los que la cuesta se empina. Y en la Champions, donde todo se decide por detalles, tener a uno de los mejores bajo palos te da un plus impagable.