Inzaghi en el banquillo

El actual campeón de la Serie A ha sufrido algunos cambios sustanciales en relación al curso pasado, incluido un cambio de entrenador, pero la llegada de Simone Inzaghi al banquillo interista ha supuesto, y pienso que con total acierto, una solución de continuidad al buen trabajo realizado por Antonio Conte.

Sin Lukaku

Bajo la premisa de "si algo funciona, no lo toques demasiado" la escuadra nerazurra ha arrancado manteniendo la idea de juego y el sistema de 1-3-5-2 de estas temporadas anteriores. Es cierto que hay futbolistas que condicionan de forma notable tu manera de jugar, como el caso de Lukaku, un delantero irremplazable por mucho que se haya traído a Dzeko para ocupar su lugar. El belga permitía al Inter ser muy versátil en sus tácticas ofensivas, siendo común que arriesgaran mucho en primera línea con idea de atraer al oponente y jugar directo sobre los delanteros y poder armar un ataque rápido. También, ante bloques bajos, su juego de espaldas era casi imparable ante la imposibilidad de anticipar o cuerpear con él. En los pocos partidos que ha disputado el Inter en la 2021-22 sigue queriendo progresar a través del balón y también asume riesgos en esta situación, pero estoy impaciente por ver cómo se comporta ante los miuras, como es el Real Madrid.

Bandas

La baja de Achraf la han suplido con Dumfries, una de las sensaciones de la pasada Eurocopa, pero, de momento, no está siendo titular. Parece que ese puesto lo ocupará Darmian contra los blancos. El otro carril será ocupado por Perisic, que se está convirtiendo en un especialista en el puesto, con gran recorrido, capacidad para el uno contra uno y llegada al gol. Otra de las incorporaciones que puede aportar mucho es la de Calhanoglu. Aunque te podías saber casi de memoria el centro del campo con hombres como Brozovic, Barella y Sensi, pienso que el turco puede hacerse un hueco con continuidad en el once titular. Es un jugador rápido, dinámico y con un disparo extraordinario.

La respuesta del Madrid

Las claves del partido para los de Ancelotti serán poder salir de la presión adelantada, por momentos de hombre a hombre, de los de Inzaghi y llevar a estos a defender cerca de su portero. Así como ajustar la propia fase defensiva en un partido que se prevé a campo abierto, a espacios grandes, un contexto donde el Madrid sufrió contra el Celta a la hora de defenderse.