Encajando a Asensio, desempolvando a España

Las dos caras de España. La que juega bien al fútbol -aunque le cueste marcar-, la que tiene jugadores deliciosos, talentos difíciles de igualar en estos JJOO, un futuro espléndido de todos ellos. Pero también la que acaba con la lengua fuera, la que se complica la vida, la que se ve tan superior que a punto estuvo de sucumbir en los últimos minutos ante una discreta Argentina.

España está en cuartos, es un hecho. Se acerca por lo tanto a la lucha por las medallas, ese hábitat en el que se le presuponía por el potencial de su plantilla. No ha sido ni mucho menos un camino de rosas, pero que les pregunten a Alemania, Francia y Rumanía, las otras representantes europeas, por la dificultad del torneo. Ninguna de ellas estará en cuartos y sólo España se mantiene con vida de entre las representantes del Viejo Continente.

De la Fuente insiste en su idea de jugar con Oyarzabal como falso nuevo. El de la Real se mueve bien y genera muchos huecos, pero le falta pegada. Quizá sería más natural meter a un nueve puro como Rafa Mir en la punta y retrasar a Oyarzabal a su posición natural. ¿Pero quién sobra entonces? ¿El propio Mikel? ¿Olmo? ¿Asensio? Ustedes dirán…