Bale, de vuelta de todo

A sus treinta y dos años y habiendo sido recientemente padre por cuarta vez, Gareth lo tiene claro: este año no se mueve de Madrid. La experiencia de la última temporada en el Tottenham no ha sido positiva y el galés prefiere cumplir en Valdebebas el año que le queda de su millonario contrato. Si juega bien, y si no también. La posibilidad de venderlo y sacar algo por el de Cardiff era ya ciencia ficción, pero ahora hasta plantearse otra cesión y ahorrarse una parte del sueldo se ha convertido en una quimera. En esta triste tesitura, el Real Madrid sueña con que Ancelotti pueda sacar algo de Bale, una vez que la Liga y la Federación den el visto bueno a que los británicos que firmaron un contrato antes del Brexit mantengan hasta la finalización del mismo la condición de comunitario.

De ser así, el galés entraría en las rotaciones del ataque, intentando aportar lo que pueda en el menesteroso balance goleador del equipo. Ya es indudable que no es un superclase, pero si suma una docena de goles en toda la temporada ya se darían con un canto en los dientes. En su primera época con Carletto, el representante del jugador intentó que Florentino convenciera al técnico para que pusiera a Bale de delantero centro; no parece que ahora el excéntrico Barnett vaya a salir con esas exigencias, sobre todo porque su chico está de vuelta de todo.