Nuestros veteranos son eternos

Los Clásicos no entienden de edades. Para un servidor fue una gozada disfrutar del triunfo de los veteranos del Madrid ante un Barça Legends en el que había iconos históricos como Rivaldo y Ronaldinho. El Madrid no se quedaba atrás con jugadorazos inolvidables como Roberto Carlos y Figo, pero lo bueno es que el gen ganador que te da la camiseta blanca permitió lograr la victoria en la segunda parte cuando entró gente que siempre da el callo aunque no llenen las portadas, como Pedro Munitis (gran conexión cántabra con Amavisca) y De la Red. El canterano selló el triunfo madridista con un golazo y ganó adeptos para la causa en Tel Aviv, donde la población futbolera está dividida entre vikingos y culés.

Pero aparte del resultado, lo bello es reconocer la importancia de estas citas. Yo me hice del Madrid no sólo por quedar fascinado con los primeros partidos que le vi a Pirri, Camacho o Santillana, sino por lo que me hablaba mi padre de Di Stéfano y Amancio. Lo mismo hice yo con mi hijo comentándole las grandezas de la Quinta del Buitre y de glorias como Hugo Sánchez, Juanito, Gordillo o Paco Buyo. Eso se llama legado. Y cuidar los referentes. Los veteranos no son cuadros para poner en un museo sino la representación viva de la grandeza de la historia del club. Gracias a todos ellos por seguir dignificando el escudo más importante de la historia.