Si pierde, eliminada. Si España pierde quedará matemáticamente eliminada. En caso de derrota ante Eslovaquia, si Polonia también pierde su partido contra Suecia, España sería tercera de grupo, pero nunca una de las cuatro mejores terceras. El empate sí podría servir para pasar como una de las mejores terceras, siempre que Polonia no derrotara a Suecia (en ese caso España terminaría en la última posición de su grupo). Con la victoria, la clasificación estaría asegurada (como primera o segunda) sin tener que depender de lo que suceda en el otro encuentro del grupo.

Si España es primera. Si España es primera de grupo jugaría los octavos de final en Glasgow contra el tercero del grupo B (Finlandia), C (Ucrania) ó D (República Checa). Para alcanzar ese primer puesto debe ganarle a Eslovaquia por más de un gol de diferencia y esperar que Suecia no derrote a Polonia. En caso de victoria ante los eslovacos por un gol de margen y empate entre suecos y polacos, será primera (España o Suecia) la selección que haya anotado más goles en todos los partidos del grupo. Si persiste el empate se recurrirá a las tarjetas (de momento Suecia y España están empatadas a dos amarillas). Finalmente, si también hubiera igualdad en las tarjetas, España superaría en la clasificación a Suecia por haber hecho una mejor fase de clasificación.

Si España gana. Si España gana su partido, pero se ve superada por Suecia en la clasificación (ya sea porque los nórdicos derroten a Polonia o porque superen a La Roja en los diferentes criterios de desempate), los hombres de Luis Enrique jugarán los octavos de final en Copenhague contra el segundo del grupo D (Croacia) e irían por la parte menos amable del cuadro, en la que estarían Italia, Bélgica y la selección que lidere el grupo de la muerte, entre otras.

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Si empaña empata. Si España empata con Eslovaquia y Polonia no le gana a Suecia, el combinado ibérico terminará en tercera posición y podría jugar en octavos contra Bélgica (75% de opciones) o contra Países Bajos (25% de opciones). En caso de que fuera Países Bajos (los cuatro mejores terceros tendrían que ser los de los grupos A, B, C y E, algo muy poco probable), el posible rival de cuartos saldría del duelo Gales-Dinamarca.

Tras dos empates, pasó. España ha empezado la fase de grupos de un gran torneo con dos empates por cuarta vez en su historia y, hasta la fecha, siempre logró clasificarse: Eurocopa 1984, Mundial 1994 y Eurocopa 1996.

Campeonas tras comenzar con dos empates. Siete selecciones fueron campeonas (continentales o intercontinentales) tras empezar la fase de grupos de un gran torneo con dos empates: Ghana (Copa África 1982), Italia (Copa del Mundo 1982), Japón (Copa Asia 1992), Uruguay (Copa América 2011), Nigeria (Copa África 2013), Costa de Marfil (Copa África 2015) y Portugal (Eurocopa 2016).

Como Clemente. Luis Enrique ha empatado sus tres últimos partidos (Portugal, Suecia y Polonia), algo que no hacía un seleccionador español desde que Javier Clemente firmara tablas en 1996 contra Noruega, Bulgaria y Francia. Luis Enrique podría ser el primer técnico en empatar cuatro encuentros consecutivos en los 101 años de historia de La Roja.