Sergio Ramos se va, el Madrid sigue

Zidane pedía que Sergio Ramos fuese renovado y se marchó sin conseguirlo. Cuando llegó Ancelotti no se le vio tan militante en eso, es zorro viejo. Sergio Ramos le echó un pulso a Florentino que no podía ganar. Florentino no tenía ni dinero ni ganas para renovarle por lo que exigía y no me extraña. El capitán no valoró bien la situación. Tiene ya 35 años, Alaba quedaba en libertad y el club ha dejado de ingresar este año 270 millones por la ausencia de público. Hemos asistido durante meses a una partida de póker en la que se lanzaban mensajes por personas intermedias, pero el final estaba cantado. Florentino no iba a ceder.

Hoy hablaron los dos, en un acto grato. Todo final es triste, pero mejor si es digno. Los jugadores pasan, los presidentes pasan, el club sigue. Sergio ha sido uno de los grandes, se va con una pila de partidos y títulos, pero a quienes estamos viendo salir jugadores desde Di Stéfano eso no puede asustarnos. Mucha gente defiende que el capitán merecía un reconocimiento por todo lo que ha hecho. El reconocimiento lo ha tenido, como todo hijo de vecino en su tarea, con el pago puntual de sus honorarios pactados. El plus fue el acto de hoy, que no todos tienen. Pero el plus no podía ser pagarle más tiempo lo que el club cree que ya no vale.

Y es que además en este tiempo Sergio Ramos ha tenido mala suerte. Lesiones encadenadas con un contagio COVID le han tenido persistentemente fuera del once y resulta que no ha pasado nada. Hasta hace poco sus ausencias se contaban por derrotas. Ya no ha sido así. Nacho ha cubierto su ausencia, incluso con Militao al lado cuando ha faltado Varane. Ahora, recuerdo, viene Alaba. Aún está por resolver lo de Varane, pero Sergio Ramos ya ha dejado de ser la clave de arco sin la cual todo se venía abajo. Incluso se ha quedado sin Eurocopa. Es un jugador de leyenda, nunca le olvidaremos, pero escogió un mal momento para echar ese pulso.