España se presenta en la Eurocopa con la intención de volver a ganar. España siempre es favorita. España era favorita desde que ganó la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920, desde que fue cuarta en el Mundial de 1950 con el gol de Zarra y cuando solo había ganado la Euro 64, con el de Marcelino y el Oro en Barcelona 92, con el tanto de Kiko en el Camp Nou. Y cuando fuimos los mejores en 2008 (gol de Torres), 2010 (gol de Iniesta) y 2012 (con exhibición ante Italia en la final) nuestro favoritismo aumentó al infinito. Pero España viene de tres desencantos seguidos en el Mundial 2014, que llegaba como campeona y no pasó la primera fase, en la Eurocopa 2016, que llegaba como bicampeona y fue eliminada en octavos por Italia, y en el Mundial 2018, que cayó también en octavos ante Rusia. Y con Luis Enrique ya en el banquillo, no pudo alcanzar final de la Nations League porque se lo impidió Inglaterra y Croacia.

En esta Euro 2020, que la pandemia ha empujado a 2021, volvemos a ser favoritos. Eso no cambia. Y Luis Enrique acepta el reto porque tiene fe ciega en su bloque, un grupo de buenos chavales y grandes futbolistas que ha demostrado una talla humana enorme y una unión formidable tras el positivo de Busquets. Somos favoritos, pero si no va bien habrá bronca. Somos favoritos, pero no está mal recordar de dónde venimos. Y que no se puede ganar siempre. ¡Aúpa España!